* Los niños de Siria corren el mismo peligro desde que inició el conflicto

El año 2018 fue el más mortal para los niños en Siria, con un total de mil 106 fallecimientos.

Es la cifra más alta en un año desde el inicio de la guerra en marzo de 2011, reveló el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

La Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, destacó que los mil 106 niños fallecidos son el número de muertes infantiles que el organismo de las Naciones Unidas (ONU) ha podido verificar, lo que significa que las cifras reales son probablemente mucho más altas.

“Hoy existe una idea errónea alarmante de que el conflicto en Siria está llegando a su fin rápidamente, pero no lo es. Los niños en partes del país corren tanto peligro como en cualquier otro momento durante los ocho años que ha durado el conflicto”, destacó.

Cifras rojas

Fore destacó que en la actualidad, las minas son la principal causa de muerte de las víctimas infantiles en Siria, con municiones sin explotar, que representan un total de 434 de las muertes y lesiones causadas a la niñez siria durante todo el 2018.

“El año 2018 también vio 262 ataques contra instituciones de educación y salud, también un récord. Estoy particularmente preocupada por la situación en Idlib, en el noroeste de Siria, donde la intensificación de la violencia ha matado a 59 niños solo en las últimas semanas”, destacó.

Los niños y las familias en las tierras de nadie continúan viviendo en el limbo. La situación de las familias en Rukban, cerca de la frontera con Jordania, continúa siendo desesperada, “con acceso limitado a alimentos, agua, vivienda, atención médica y educación”, agregó la funcionaria de Unicef.

«También estoy alarmada por el empeoramiento de las condiciones en el campamento de Al Hol, en el noreste, que ahora alberga a más de 65 mil personas, incluyendo un estimado de 240 niños no acompañados o separados”, subrayó

Destino

Fore recordó que desde enero pasado, casi 60 niños murieron mientras realizaban el viaje de 300 kilómetros desde Baghouz hasta el campamento de Al Hol.

La Directora Ejecutiva de Unicef señaló que a pesar del apoyo de los gobiernos anfitriones, Naciones Unidas y la comunidad internacional, los países vecinos de la región albergan a 2.6 millones de niños sirios refugiados, enfrentan sus propios desafíos.

Muchas familias, añadió, no pueden enviar a sus hijos a la escuela y, con pocas oportunidades de obtener ingresos, están recurriendo a mecanismos de afrontamiento negativos, incluido el trabajo infantil y el matrimonio infantil, para sobrevivir.

“Cada día que el conflicto continúa es otro día robado de su infancia”, subrayó.

Imagen: AFP