LONDRES.- Miles de refugiados y solicitantes de asilo que llegan a Hungría sufren abusos físicos, persecuciones con perros, devoluciones ilegales y detenciones ilegítimas por parte de las autoridades húngaras, denunció hoy Amnistía Internacional (AI). En un informe publicado en su página web, a cinco días del referéndum en Hungría sobre las polémicas cuotas de refugiados de la Unión Europea (UE), AI resaltó que cientos de solicitantes de asilo esperan durante meses en condiciones degradantes.
Indicó que muchas de las personas que consiguen entrar a Hungría son devueltas a Serbia, sin el procedimiento debido, o recluidas ilegalmente en centros de detención. AI, con sede en Londres, condenó el programa que ha puesto en marcha el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, para mantener a los inmigrantes fuera de Hungría. El conjunto de medidas, conocido como “Schengen 2.0” se basa en “violentas devoluciones en caliente, detenciones ilegales dentro del país y condiciones inhumanas para aquellos que esperan en la frontera serbia”. “Orbán ha sustituido el Estado de derecho por el Estado del miedo. Sus intentos de impedir deliberadamente a los refugiados e inmigrantes llegar a Hungría han venido acompañados de un patrón cada vez más preocupante de ataques contra esas personas”, dijo John Dalhuisen, director de AI para Europa. El primer ministro húngaro aprobó una nueva legislación que permite las devoluciones en caliente a Serbia, siempre y cuando los inmigrantes se encuentren a menos de ocho kilómetros de la frontera.
La policía y los militares que vigilan la valla hacen caso omiso de esa ley y persiguen a los inmigrantes más allá de la distancia estipulada, incluso con perros de caza. Según testimonios recogidos por AI, una vez que alcanzan a los inmigrantes les propinan graves palizas y les devuelven a Serbia independientemente de la gravedad de sus heridas. “Somos tratados como animales”, relató uno de los 143 refugiados entrevistados por AI. Para poder acceder a Hungría desde Serbia, los inmigrantes tienen que pasar por las “zonas de tránsito”, una serie de controles altamente militarizados donde pueden pedir asilo, pero sólo 30 personas por día. Según AI, dentro de estas “zonas de tránsito”, el 90 por ciento de los hombres que viajan sin familias son arrestados y retenidos en las instalaciones durante semanas. AI exigió a las autoridades de la Unión Europea que actúen con dureza contra los abusos que Hungría está perpetrando sobre los solicitantes de asilo, que llegan a su frontera huyendo del terror de la guerra para encontrar aún más violencia. Inmediatamente después de la publicación del informe, el gobierno de Hungría negó las acusaciones formuladas por AI sobre el trato degradante y los abusos a los que las autoridades del país estarían sometiendo a los refugiados.
“Estas afirmaciones son falsas y absolutamente sin fundamento», aseguró el secretario de Estado de Interior húngaro, Károly Kontrát. El próximo 2 de octubre, la población húngara votará en un referéndum sobre si acepta o no la cuota de refugiados. La pregunta será: ¿Quiere que la UE disponga, sin el consentimiento del Parlamento sobre el asentamiento de ciudadanos no húngaros en Hungría?.
Notimex/JRGA