BRUSELAS,- Una actitud -casi hostil- del presidente francés Francois Hollande a la premier británica Theresa May cuya sonrisa en su primera cumbre europea, se congeló tras escuchar al mandatario galo afirmar que «si los británicos quieren tener una salida dura de la UE, también las negociaciones serán duras».

May encontró en Bruselas -y no sólo por parte de Hollande- palabras categóricas frente a la propuesta británica de llevar a cabo el divorcio con la UE sin sacudones.

El presidente de la UE, Donald Tusk, intentó ablandar un poco el clima, al afirmar que con su presencia en Bruselas, May «no estaba entrando en la jaula de los leones sino en un nido de palomas. La compañía de la UE es la mejor del mundo», precisó. Más allá de una breve nota informativa que estuvo a cargo de la premier, el tema del Brexit (la salida de Gran Bretaña de la UE) no figura oficialmente entre los temas claves de la reunión cumbre.

Sin embargo, es inevitable que la cuestión sea una suerte de telón de fondo de los coloquios en Bruselas entre los líderes de los países miembros de la UE.

Para May, el día de hoy se limitó de hecho a participar en la fotografía de grupo que marca la apertura de la reunión: hubo sonrisas rituales y apretones de mano.

El día de los coloquios será mañana. May se reunirá con funcionarios de la Comisión Europea para un encuentro que los expertos locales llaman «introductivo», visto que para la premier británica la de estos dos días es precisamente su primera cumbre a nivel líderes UE.

Sobre el tema Brexit la Unión Europea sigue manteniendo la línea aprobada hace tiempo, o sea la de hablar de tratativas Londres-UE sólo tras el anuncio oficial de la salida de Gran Bretaña del grupo. Ello significa una vez que esté en marcha el artículo 50 del Tratado europeo referido precisamente al caso en el que un país decide divorciar de esa gran «familia» europea.

Mientras, Gran Bretaña se sigue considerando a sí misma como un Estado miembro de la UE: por lo tanto May no renuncia a hacer declaraciones y opinar sobre los diferentes temas en agenda, en primer lugar el de las relaciones con Rusia.

Gran Bretaña -destacó por otra parte- seguirá de todos modos «teniendo un rol pleno» en la Unión Europea hasta que «no salga de la UE. Y también luego, concluyó, seguirá siendo un socio fuerte e independiente».

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