SYDNEY.- Aunque el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, asumió la responsabilidad por los pésimos resultados electorales, la coalición Liberal-Nacional mantiene las esperanzas de conservar el gobierno, aunque tendría una oposición muy fuerte. Tras el comienzo del recuento de los votos por correo de las elecciones del pasado sábado, el gobierno conservador sigue con la esperanza de aferrarse al poder, aunque la oposición advirtió que surgirá una administración que no alcanzará consensos para aprobar proyectos.
El primer ministro espera que la coalición liderada por el Partido Liberal logre una mayoría de 76 asientos en la Cámara de Representantes, después de haber tenido 90 asientos en la pasada legislatura, sin embargo será difícil pronostican analistas. Bill Shorten, que lidera el Partido Laborista de centro-izquierda, dijo este miércoles que si Turnbull se aferra al poder, todavía tendría que hacer frente a los legisladores más conservadores de su partido por los resultados de los comicios. Según los analistas, la coalición gubernamental ya habría alcanzado los 70 escaños, frente a los 67 que ha logrado el Partido Laborista, mientras ocho aún permanecen sin asignar, reportó el canal australiano de noticias ABC News. La Comisión Electoral Australiana (AEC), por su parte, adjudica en las cifras que aparecen en su portal 68 escaños a la oposición laborista, liderada por Bill Shorten, frente a 67 congresistas a la coalición Liberal-Nacional. Ayer, la AEC comenzó el recuento del más de millón y medio de votos emitidos por correo en las elecciones generales del pasado sábado, que terminaron sin un claro ganador.
A su vez, Turnbull también tendría que hacer frente a un Senado más fragmentado, que incluiría al nuevo partido xenófobo One Nación (Una Nación), de la conservadora Pauline Hanson, que se opone a la inmigración musulmana y asiática, así como al libre comercio. Con ninguna de las partes que tengan una mayoría en el Senado, el próximo gobierno tendría que negociar con Hanson y otros independientes para aprobar proyectos legislativos. Si el gobierno se acerca a la mayoría, el gobernador general Peter Cosgrove dará a Turnbull la primera oportunidad de formar un gobierno de minoría con el apoyo de uno o más legisladores independientes, pero de fracasar habría otras elecciones. El mandatario trató en la pasada administración que el Congreso aprobará una propuesta ley que pretendía restaurar un organismo de fiscalización en el sector de la construcción, que el gobierno considera clave para la economía, pero ésta fue rechazada en el Senado australiano.
La negativa a la ley, por segunda ocasión, fue el detonante para que se celebren elecciones anticipadas, que normalmente serían en agosto y septiembre, y daría mayores posibilidades de una victoria a la coalición de los partidos Liberal y Nacional, que lidera Turnbull. El exbanquero y abogado multimillonario Malcolm Turnbull fue investido el 15 de septiembre de 2015 primer ministro de Australia tras haber conseguido apartar por sorpresa al conservador Tony Abbott. Turnbull, de 60 años, es el cuarto primer ministro en menos de dos años, en un país acostumbrado a las tormentas políticas.
Notimex/JRGA