El atentado del sábado por la noche en una boda, en Kabul, capital de Afganistán, dejó al menos 63 muertos y 182 heridos, indicaron el domingo por la mañana las autoridades.

«Entre las víctimas hay mujeres y niños», precisó el portavoz del ministerio del Interior, Nasrat Rahimi.

Se trata de uno de los atentados más mortíferos en lo que va del año en Afganistán.

La explosión tuvo lugar a las 22:40 horas «en la sala de bodas Shar Dubai en el oeste de Kabul», indicó el sábado por la noche Rahimi, sin brindar en lo inmediato un balance de víctimas.

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Los voceros talibanes negaron la implicación del grupo insurgente en el ataque.

«El Emirato islámico (nombre que se dan los talibanes) condena con firmeza el atentado contra civiles en Kabul. Cometer este tipo de asesinatos deliberados y brutales y tomar como blanco a mujeres y niños no tiene ninguna justificación», tuitearon dos voceros talibanes.

Por su arte, la filial afgana del grupo Estado Islámico (EI), el otro grupo terrorista activo en este país en guerra, no se manifestó.

Una boda puede ser atractiva para un atentado, y es que en Afganistán, suelen ser un evento multitudinario.

Para entenderlo un poco, centenares e incluso miles de invitados suelen celebrar juntos el casamiento en salas de dimensiones industriales.

Además, en estas fiestas los hombres generalmente están separados de mujeres y niños.

Los insurgentes atacan periódicamente estas celebraciones matrimoniales, vistas como objetivos «blandos» por tener mínimas medidas de seguridad.

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