Imagen: AFP
- Los militares de Burkina Faso dieron un golpe de Estado este fin de semana.
- El país lucha por controlar los ataques de grupos yihadistas.
- Las personas apoyan a las fuerzas militares que derrocaron al presidente Roch Marc Christian Kaboré.
Los militares de Burkina Faso dieron un golpe de Estado tras las críticas al presidente Roch Marc Christian Kaboré por su fracaso para contener el auge de los yihadistas.
Los golpistas con uniforme de camuflaje anunciaron en la televisión el «fin del mandato» de Kaboré, tras un motín que comenzó el domingo.
En el mensaje, los soldados también dieron a conocer el cierre de las fronteras y prometieron un «retorno al orden constitucional» en un plazo «razonable».
Antes del anuncio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió la «liberación inmediata» de Kaboré, un mensaje que también efectuó la Unión Europea (UE). La Unión Africana había condenado lo que era en ese momento un «intento de golpe de Estado».
Posteriormente, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, «condenó firmemente» este evento.
En un texto leído por su portavoz, Guterres expuso que «preocupa la protección y la integridad física» de Kaboré. Su paradero se dio a conocer el miércoles, donde se afirmó que se encuentra en buen estado de salud.
El golpe de Estado a detalle
Los soldados se alzaron en varias bases de este país africano el domingo, pidiendo la salida de la cúpula militar y más recursos para luchar contra los grupos yihadistas que asolan al país desde 2015.
Kaboré, que estaba en el poder desde 2015 y fue reelegido 5 años después con la promesa de convertir en prioridad la lucha contra los yihadistas, es blanco de críticas por el fracaso de su política para frenar la violencia de los extremistas.
El partido del presidente, el Movimiento del Pueblo por el Progreso (MPP), afirmó que Kaboré fue víctima de «un intento de asesinato fallido». El MPP denunció que la residencia del mandatario fue «saqueada».
Anteriormente hubo reportes contradictorios sobre el paradero de Kaboré.
Apoyo a militares en Burkina Faso
Antes del inicio del toque de queda, centenares de habitantes de Uagadugu salieron a las calles de la capital para celebrar.
«Es una victoria, un nuevo comienzo para el pueblo burquinabés tras la caída de un régimen incapaz», declaró Amado Zoungrana.
«Es una nueva página para el ejército que ingresará en la historia focalizándose en los esencial, o sea liberar a Burkina de los grupos terroristas», agregó Serge Compaoré.
Burkina Faso ha sufrido varios intentos de golpe de Estado. En Malí, donde comenzó la insurgencia yihadista, los militares derrocaron en 2020 a un gobierno civil.
En los últimos meses hubo varias manifestaciones de protesta en Burkina Faso. Eran para denunciar la incapacidad de las autoridades para contrarrestar el número de ataques yihadistas.
Los militares alzados habían presentado en un primer momento una lista de demandas, enfatizando la necesidad de una mejor estrategia en la lucha contra los yihadistas, pero sin mencionar la salida de Kaboré.
Los soldados pidieron el reemplazo de la cúpula militar, una mejora de la atención de los efectivos heridos y más apoyo para las familias de los caídos en combate, señaló un portavoz de los amotinados.
En estos días, los manifestantes apoyaron a los amotinados e instalaron barricadas en varias avenidas de la capital que luego fueron dispersadas por la policía.
Violencia yihadista en Burkina Faso
Al igual que Malí y Nigeria, Burkina Faso está inmersa en una espiral de violencia atribuida a grupos yihadistas afiliados a Al-Qaeda y elEstado Islámico.
Ellos han matado más de 2,000 personas en casi 7 años y obligado a 1.5 millones a huir de sus hogares.
La llegada al poder del presidente Kaboré (un año después de la caída de Blaise Compaoré, derrocado por un levantamiento popular tras 27 años en el poder), había suscitado grandes esperanzas.