RÍO DE JANEIRO.- Cerca de 300 personas de comunidades indígenas, cimarronas y de pescadores de varios estados de Brasil ocuparon hoy los accesos principales al Palacio del Planalto, sede de la presidencia del país, para protestar por las políticas del presidente Michel Temer. Algunos de ellos armados con flechas, ocuparon el acceso a la sede del poder Ejecutivo sin violencia y a inicios de la tarde no habían sido retirados por parte de las fuerzas de seguridad, aunque la policía militar reforzó su despliegue en el entorno del Palacio.

Las comunidades indígenas y cimarronas reclaman a Temer que modifique o elimine varias iniciativas legislativas para reducir el gasto de organismos federales que se encargan de velar por la protección de su territorio, en especial la Fundación Nacional del Indígena (Funai). El gobierno brasileño quiere aplicar un paquete de ajuste fiscal que prevé la creación de un “techo del gasto” que, de facto, congela el desembolso público en varias áreas de la educación y sanidad, pero también puede afectar a organismos federales que actúan en todo el territorio. Ese presupuesto público es calificado de fundamental por asociaciones indígenas y organismos no gubernamentales en la preservación de áreas del Amazonas brasileño y la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, ante el avance de la criminalidad ambiental y el negocio agropecuario.

Asimismo, los manifestantes denuncian el intento de aprobación de leyes que permitan la minería dentro de territorios indígenas y otras que dificultan la demarcación de las tierras de los indígenas, derechos garantizados en la Constitución de 1988. “Estamos en movilización nacional denunciado el programa neoliberal de los gobiernos, con el apoyo y aval del poder legislativo y judicial, y nos situamos en contra de cualquier retroceso de nuestros derechos ya conquistados”, señalan los manifestantes en un documento que pretenden entregar al Ejecutivo. El presidente Michel Temer es recibido con suspicacia por las asociaciones defensoras de los indígenas por considerar que aprobará una legislación de corte neoliberal que afectará los derechos de los pueblos originarios. Los indígenas brasileños ya se manifestaron semanas atrás, cuando en el cambio de gobierno en Brasil Temer propuso a un general como presidente de la Funai, una decisión en la cual tuvo que dar marcha atrás.

Notimex/JRGA