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- Luego de un mes de violencia y crisis, Bolivia se abre al diálogo al tiempo que se abre una extensa investigación en contra de Evo Morales
Bolivia se encamina hacia un diálogo para superar un mes de violenta crisis pese a la investigación abierta este viernes contra su principal protagonista, el expresidente Evo Morales, exiliado en México.
El gobierno interino de Jeanine Áñez anunció para este sábado el inicio de conversaciones con las fuerzas de oposición implicadas en las protestas que dejan 32 muertos, al menos 17 de ellos en enfrentamientos con las fuerzas combinadas de militares y policías.
«A las cuatro de la tarde (20H00 GMT) estamos comenzando a dialogar para pacificar el país», anunció el ministro de Obras Públicas, Yerko Núñez.
Según el responsable, las conversaciones se llevarán a cabo en el Palacio Quemado (sede presidencial) y en ellas tomarán parte «todas las organizaciones que están movilizadas».
El gobierno divulgó un documento firmado por dirigentes de la protesta, aunque del lado de los movimientos afines a Morales no ha habido un pronunciamiento.
Bolivia pasa por su peor crisis en 16 años tras las elecciones generales del 20 de octubre.
La era de Morales
Con 13 años en el poder, Morales fue proclamado vencedor pero la oposición alegó fraude y encendió las calles contra el líder indígena. La OEA también encontró irregularidades en el proceso que había desembocado en un nuevo mandato de cinco años del entonces presidente.
Sin embargo, Morales se vio forzado a dimitir el 10 de noviembre, presionado por las protestas y luego de perder el apoyo de las fuerzas militares y la policía.
El expresidente partió al exilio denunciando un golpe de Estado, mientras sus leales lanzaron una contraofensiva que hundió en el caos a buena parte del país.
«Mañana instalamos el diálogo para tener al país en cien por ciento despejado de bloqueos y nuestro país pueda pacificarse y volver a la normalidad», agregó el ministro.
Morales, a responder
Más temprano la crisis parecía tomar un rumbo más incierto. La fiscalía inició una investigación formal contra Morales por «terrorismo y sedición», a raíz de una denuncia del ministro de Gobierno (Interior), Arturo Murillo.
El funcionario acudió a la justicia con un audio como prueba. En la grabación revelada el miércoles, se escucha supuestamente a Morales instruyendo a un partidario cocalero para cercar a las ciudades e interrumpir el suministro de comida, mediante el bloqueo de vías.
«Estamos pidiendo la máxima pena por sedición y terrorismo», afirmó Murillo.
El jueves el exgobernante de 60 años denunció en Twitter los planes del gobierno de Jeanine Áñez para enredarlo en un «juicio internacional» con base en un «montaje».
En principio Morales respondería en su condición de expresidente, desprovisto de fuero especial, en un proceso que podría terminar en su enjuiciamiento y eventual condena de hasta 30 años de cárcel.
El ministro Murillo denunció igualmente al exministro Juan Ramón Quintana, ex hombre fuerte del saliente gobierno, por los mismos cargos contra Morales. Su paradero es desconocido.
Expectativa por comicios
El nuevo giro en la crisis coincide con la expectativa frente a la convocatoria a elecciones generales y la anulación del proceso del 20 de octubre.
Según el consultor político y excatedrático Iván Arias, la medida contra Morales podría bien llevar a que «se fidelice su gente» o a asumir que «Evo ya es historia».
Se pueden «separar las aguas, es decir que Evo está afuera y arreglemos los problemas entre los que estamos acá», opinó para la AFP.
Con mayoría en el Congreso bicameral, el partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), afina un acuerdo con las antiguas fuerzas de oposición para renovar el Tribunal Supremo Electoral y dar paso a nuevos comicios, tras la renuncia del exmandatario el 10 de noviembre.
Se espera que para este sábado haya luz verde y se aborde la incógnita de si el exjefe de Estado podrá ser candidato de nuevo, aunque todos los indicios apuntan a que será inhabilitado.
Entretanto, la exsenadora Áñez soporta el descontento del sector indígena y campesino que apoya a Morales, y que en los últimos días ha librado fuertes choques con la policía y los militares.
Violencia
Las protestas han generado desabastecimiento en La Paz, donde se han disparado los precios y se multiplican las filas para conseguir comida y combustible.
Este viernes Áñez, en una declaración a la prensa, clamó a sus opositores que la dejen cumplir con su trabajo por el «tiempo corto» que estará en el poder.
«Este es un gobierno de estricto carácter provisorio y tiene como propósito la pacificación del país y la convocatoria de elecciones libres y transparentes en el más breve tiempo», añadió luego la exparlamentaria en un discurso oficial.