LA HABANA, Cuba.- Las relaciones de Cuba y Estados Unidos, parece que pierden «ritmo», aunque se mantienen esfuerzos bilaterales para mantenerlas «a flote», en medio de la cautela de los cubanos que dicen apoyarlas.
Esta semana continuaron los contactos de la embajada de La Habana en Washington con sectores políticos y empresariales del país vecino. Rubén Ramos, jefe de la Oficina Económico-Comercial de esa sede diplomática reabierta en julio de 2015, dijo que tuvo «encuentros muy fructíferos» con empresarios de Filadelfia, estado de Pensilvania.
«Participamos en un seminario sobre negocios con Cuba, en el cual expusimos las oportunidades de comercio e inversión en nuestro país, y percibimos una buena acogida entre el casi medio centenar de asistentes a la reunión», expuso Ramos a la agencia cubana Prensa Latina, que mantiene activo un corresponsal permanente en Washington.
«La Autoridad Portuaria Regional de Filadelfia también quiere estrechar sus vínculos con la entidad cubana del sector», explicó. El diplomático se encontró con el alcalde, demócrata, de Filadelfia, Jim Kenney, quien defendió «lazos» con la isla.
En La Habana académicos de ambas naciones desarrollaron el primer encuentro científico entre el Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (INISAV), una entidad estatal nacional, y las universidades de La Habana y el estado de la Florida.
Una de las asistentes, la Profesora Emérita de la universidad floridana, Carmen Diana Deere, dijo que el objetivo del encuentro fue «entender el sistema de exportación y distribución de ambos países para futuros proyectos de colaboración».
La cooperación abierta entre ambos países con el «deshielo» se mantuvo, como hasta ahora, en el sector turístico. Desde la capital cubana marineros estadounidenses de barcos de recreo dijeron a la prensa que quieren «influir en el gobierno de Washington» para que se levanten «todo tipo de restricciones contra La Habana».
«Retórica cubana aparte de Donald Trump, la Casa Blanca en Washington ha mantenido hasta ahora los acuerdos firmados en la época de Barack Obama, incluyendo los tratados migratorios», estimó el periodista y analista internacional Víctor Carriba. «Sin embargo, según algunos análisis en Estados Unidos el número de visas concedidas a cubanos para que visiten ese país ha disminuido», advirtió «Paralelamente, sectores de negocios estadounidenses siguen interesados en el mercado cubano, algunos ya en operaciones, como las aerolíneas y cruceros», agregó.
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