CIUDAD DEL VATICANO.- En la primera jornada de su visita apostólica a Georgia y Azerbaiyán, el Papa clamó porque se acabe la devastación de Iraq y Siria, que los pueblos en guerra aprendan el camino de la reconciliación, del diálogo y del perdón. Francisco llegó hoy a Tiflis, capital de Georgia, donde comenzó su décimo sexto viaje internacional y la segunda etapa de su gira por el Cáucaso que empezó en junio pasado en Armenia.
En su primer actividad en el país, el pontífice se reunió en privado con el presidente Georgi Margvelashvili en el Palacio Presidencial. Tras la audiencia a puertas cerradas dirigió un mensaje a las autoridades y exponentes de la sociedad civil. Instó al diálogo en el presente momento histórico, “en donde no faltan también extremismos violentos que manipulan y distorsionan los principios de naturaleza civil y religiosa para subordinarlos a diseños de dominio y de muerte”. Un diálogo, insistió, en el cual “prevalezca la razón, la moderación y la responsabilidad”; además instó a todos a realizar, con paciencia, todo intento por evitar que las divergencias desemboquen en violencia, que puede causar enormes daños para el hombre y la sociedad. Ya por la tarde Jorge Mario Bergoglio se dirigió hasta la sede del Patriarcado Ortodoxo de Georgia donde sostuvo un encuentro con su beatitud Ilia II, líder de esa iglesia cristiana que todavía está separada de la católica. “Con la paz y el perdón estamos llamados a vencer a nuestros verdaderos enemigos, que no son de carne y hueso, sino los espíritus del mal que están dentro y fuera de nosotros”, dijo el Papa en un discurso ante arzobispos y obispos ortodoxos.
La última actividad de Francisco en esta primera jornada fue el encuentro con la comunidad cristiana Asirio Caldea y el saludo con el patriarca de Babilonia de los Caldeos, Louis Raphael Sako. Ante decenas de fieles el Papa pronunció una oración en la cual invocó a Dios por “los pueblos desfallecidos por las bombas” y porque acabe “la dureza de los corazones, prisioneros del odio y del egoísmo”. “Por el poder de tu resurrección, arranca de su condición a las víctimas de la injusticia y de la opresión; por la fidelidad de tu venida, confunde a la cultura de la muerte y haz brillar el triunfo de la vida”, indicó. “Envuelve con la luz a quienes se encuentran profundamente heridos: las personas abusadas, despojadas de su libertad y dignidad; haz experimentar la estabilidad de tu reino a quienes viven en la incertidumbre: los exiliados, los refugiados y quienes han perdido el gusto por la vida”, apuntó.
Notimex/JRGA