VIENA, AUSTRIA.- Contrario a lo que se había anunciado, el gobierno austríaco determinó que no tendrá lugar la demolición de la casa natal de Adolf Hitler. Sin embargo, de acuerdo con el ministro del Interior, Wolfgang Sobotka, si se realizarán modificaciones sustanciales en el aspecto del lugar.
Sobotka había dicho que la casa del dictador nazi en la localidad de Braunau am Inn, en la región de Alta Austria, sería «demolida», dado que ocasionalmente la zona se había convertido en un lugar de peregrinaje para el movimiento neonazi.
Pero ahora corrigió sus dichos y precisó que en todo caso el edificio experimentará modificaciones tales que «no será más reconocible».
La decisión de derrumbar la construcción del siglo XIX, de tres plantas, provocó la contrariedad de la comisión especial convocada por el Ejecutivo para evaluar el tema. Diversos miembros destacaron que destruir el edificio podría dar la impresión de pretender anular parte de la historia de Austria.
jcrh