EGIPTO,- La idea es construir una nueva megalópolis que sirva como centro del poder político en medio del desierto y Egipto, sin considerar que El Cairo sea una de las ciudades más antiguas del planeta quiere «jubilarla» como capital del país.
El sueño de los gobernantes está un paso más cerca de hacerse realidad después de conocerse que el fondo inmobiliario chino Fortune Land va a financiar la operación con 20.000 millones de dólares (18.152 millones de euros). El anuncio se hizo a principios de octubre a bombo y platillo con un acto en el que el presidente egipcio Abdel Fattah El Sisi estampó su firma en el acuerdo.
El dinero de Fortune Land se une a otra gran inversión de 14.000 millones de euros que hizo otra compañía china. Pero a pesar de estas monstruosas cifras, el presupuesto del proyecto todavía no se ha cubierto, ya que es de 45.000 millones de euros, una cifra que posiblemente aumentará debido a la gran complejidad de la obra.
Los planes sobre la nueva capital se hicieron públicos en marzo de 2015, en el punto álgido de la crisis económica que azota al país desde que la llamada Primavera Árabe derrocara a Hosni Mubarak en febrero de 2011.
La nueva ciudad contará con una superficie de 700 kilómetros cuadrados (Madrid tiene 605) y será edificada como Las Vegas: en medio del desierto que se encuentra al este de El Cairo. Los promotores de la idea aseguran que heredará la grandeza de la actual capital, y que en ella podrán vivir cómodamente 5 millones de personas. En la actualidad, El Cairo cuenta con 7,77 millones de habitantes y es conocida por ser una de las urbes más congestionadas y caóticas del planeta.
Además, la nueva ciudad, que no tiene nombre, contará con un centro de conferencias en el que podrán sentarse 5.000 personas, tendrá más de 1.000 mezquitas y decenas de parques, además de una zona industrial y una enorme zona comercial.
La construcción ya ha empezado en lo que respecta a su sistema de calles y carreteras, que tendrá más de 210 kilómetros de longitud. Después de ellas, lo siguiente que se harán serán los edificios gubernamentales que alojarán a los ministerios y demás sedes de los organismos oficiales y más tarde se harán los edificios residenciales.
Pero el proyecto corre un grave peligro de ser un agujero por el que se vayan miles de millones. Sobre todo, por los hábitos de los egipcios. Según informa la web de la CNN, los ciudadanos del país no han ocupado las diferentes ciudades dormitorio que se han construido en los últimos años en las afueras de El Cairo. “La gente las llama ciudades fantasmas”, asegura el planificador urbano David Sims en el mismo medio.
Según Sims, el problema reside en que muy pocos se pueden permitir pagar el precio de la vivienda nueva en Egipto, a pesar de la enorme oferta disponible. Es decir, que existe una burbuja de proporciones bíblicas que amenaza con ser apocalíptica con la construcción de la nueva capital de la nación. ¿Explotará antes de que construyan más?
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