CIUDAD DE MÉXICO,- Las relaciones y la buena vecindad con México, prevalecen -dijo Roberto Jacobson- en torno a la polémica visita del candidato republicano Donald Trump a nuestro país y como «jalón de orejas», Peña Nieto solicitó la ausencia de Enrique Videgaray como titular de Hacienda.
Reitera la funcionaria que pese a los comentarios fuera de contexto de Trump, que todo marcha, en especial el Tratado de Libre Comercio, sobreviviente de crisis políticas y económicas. Reconoce que las elecciones en EEUU han generado una retórica elevada además es natural su inquietud por la inseguridad que se vive en México. Las inversiones, por tanto aguardan los resultados de las elecciones.
En agosto pasado, Bloomberg destacó en un artículo que los mercados están haciendo sonar la alarma por el futuro que a México le espera con la llegada del nuevo Presidente estadounidense.
De acuerdo con el medio, un fondo concentrado en acciones mexicanas tiene un nivel más alto de apuestas bajistas que ningún otro país. En tanto, fondos especulativos como Finisterre Capital en Londres se vuelcan masivamente al seguro por incumplimiento crediticio sobre los bonos mexicanos.
Société Générale proyectó que el peso continuará teniendo un desempeño inferior a sus pares de mercados emergentes en tanto el país es atacado en las campañas electorales estadounidenses.
Los administradores de fondos se vuelcan a posiciones bajistas en la medida que el candidato republicano, Donald Trump, que lleva ventaja en algunas encuestas de opinión, propone confiscar remesas, incrementar las deportaciones y abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), gracias al cual México incrementó siete veces sus exportaciones.
“El siguiente paso es el TPP. Espero que se establezca antes de que llegue el próximo Presidente de Estados Unidos (…) No creo que el TPP haga que el TLC se vuelva irrelevante”, determinó la embajadora.
Al ser cuestionada sobre los dos temas pendientes que el Presidente Barack Obama deja al término de su administración, mencionó la tan prometida Reforma Migratoria de aquel país. El que no se lograra lo atribuyó a cuestiones estructurales a pesar de existir leyes en el Senado.
En el largo plazo, agregó, la necesidad de esa ley no sólo crecerá por cuestiones de negocios y productividad, sino porque es momento que los millones de trabajadores indocumentados, mexicanos o no, “deben salir de la sombra”.
El otro tema fue el de la guerra contra las drogas, una cuestión que no terminará en unos meses, pero que continúa siendo un problema crítico para ambos países. Recalcó que no es un problema que México tenga que resolver sólo, “por razones económicas y compresión mutua”.
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