ANKARA, Turquía.- El referéndum constitucional de este domingo en Turquía se halla dividido, entre el «Sí» y el «No», enmiendas que pueden transformar de forma radical el sistema de gobierno. Los turcos votarán y determinarán si incrementan los poderes a su presidente Recep Tayyip Erdogan.
Millones de turcos acudirán a las urnas, pero las campañas rivales apoyan el NO. Quienes se inclinan por el Sí, hacen sus rondas en las calles de Estambul, llamando a los ciudadanos a votar a favor de su respectivo bando en el referéndum del 16 de abril.
Un total de 55 millones 336 mil 960 ciudadanos podrán ejercer su derecho a voto en unas 164 mil urnas en Turquía, a lo que se añadirán dos millones 929 mil 389 votantes en el extranjero. Los partidarios del presidente Erdogan, que añoran los grandes días del Imperio Otomano, creen que él es el hombre fuerte que ha hecho su país grande otra vez, y se le debe dar aún más poder.
El campo del «Sí» busca apoyo para lo que dicen que Turquía será «más estable» y «segura» bajo un nuevo sistema, mientras los que dicen «No» creen que los cambios conducirán a un «gobierno de un solo hombre» que socavará las instituciones democráticas de Turquía y conducirá un gobierno arbitrario.
Según un informe de la principal formación opositora, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), agentes de policía o simpatizantes del gobierno han atacado o amenazado hasta 231 actos de partidarios del «No»en toda Turquía.
De acuerdo con un estudio de la plataforma Unidad por la Democracia, más del 90 por ciento de la duración de las noticias sobre el referéndum en los principales canales de televisión está dedicado a la opción del «Sí».
La campaña para el referendo constitucional en Turquía ha escalado la tensión en la sociedad y podría provocar disturbios, declaró el vicepresidente del opositor Partido Republicano del Pueblo, Erdal Aksunger, quien apunta la posibilidad que los votos empaten entre el 1 o 2%
Los últimos sondeos publicados dan una ajustada mayoría al «Sí», con alrededor de un 51 % de los votos, según James in Turkey, por lo que los esfuerzos de las últimas horas en ambos bandos se han centrado en captar el voto de los indecisos (un 10 % según las encuestas).
Mañana los turcos votarán sobre las enmiendas a la Constitución del país que en caso de ser aprobadas entrarán en vigor en 2019 y cambiarán la forma de gobierno de parlamentaria a presidencial, lo que supondrá un punto de inflexión para la república turca, fundada hace 93 años.
De acuerdo con la reforma, el presidente de Turquía tendría amplios poderes ejecutivos, podría promulgar decretos y designar ministros, mientras el cargo de primer ministro sería suprimido.
A los cambios constitucionales se oponen dos partidos de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) y el Partido Democrático de los Pueblos (HDP, prokurdo), que acusan al presidente actual de aspiraciones autoritarias.
Los cambios constitucionales están respaldados por Erdogan, del gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) y la extrema derecha del Partido Acción Nacionalista (MHP), cuyo apoyo en el parlamento fue clave para llevar la propuesta a votación pública .
El puesto de presidente solía ser mayoritariamente ceremonial, pero bajo el nuevo sistema –si los votantes asienten– Erdogan podrá mantenerse en dos ciclos electorales más, lo que significa que si gana las encuestas de 2019 y 2024 podría permanecer como un poderoso jefe de Estado hasta 2029.