Imagen: AFP
- Ayman al Zawahiri, líder de Al Qaeda, murió el sábado por la noche en un ataque con dron en Kabul, anunció el presindente de EU, Joe Biden.
- Llevaba más de diez años en paradero desconocido y se le consideraba el cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
- El ataque con dron se llevó a cabo con dos misiles Hellfire y sin presencia militar estadounidense en tierra.
El líder de Al Qaeda, el egipcio Ayman al Zawahiri, murió el sábado por la noche en un ataque con dron estadounidense en Kabul, la capital de Afganistán, anunció el lunes en la televisión el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
«El sábado, bajo mis órdenes, Estados Unidos llevó a cabo un ataque aéreo en Kabul, en Afganistán, que mató al emir de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri», afirmó el presidente en un corto discurso televisado desde la Casa Blanca.
«Se ha hecho justicia y este líder terrorista ya no está», añadió.
Ayman al Zawahiri era uno de los terroristas más buscados por Estados Unidos, que prometía 25 millones de dólares por cualquier información que permitiera detenerle.
Se puso al frente de la red yihadista en 2011, tras la muerte de Osama Bin Laden a manos de un comando estadounidense en Pakistán.
Llevaba más de diez años en paradero desconocido y se le consideraba el cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001 que causaron casi 3,000 muertos en Estados Unidos.
Biden dijo que su muerte permitirá «pasar página» a las familias de las víctimas de esos ataques contra las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York y la sede del Pentágono cerca de Washington.
El líder de Al Qaeda fue abatido con dos misiles Hellfire
El ataque con dron se llevó a cabo con dos misiles Hellfire y sin presencia militar estadounidense en tierra, aseguró un funcionario, lo cual demuestra la capacidad de Estados Unidos «para identificar y localizar incluso a los terroristas más buscados del mundo y tomar medidas para eliminarlos».
Ayman al Zawahiri fue localizado «varias veces y durante largos períodos en el balcón donde finalmente fue golpeado» por el ataque en la capital afgana, agregó.
La operación no causó «víctimas civiles», dijo Joe Biden, que estaba enfermo de covid-19 y sometido a estricto régimen de aislamiento cuando ordenó el ataque el 25 de julio.
La casa de tres pisos alcanzada está situada en Sherpur, barrio acomodado de la capital afgana donde varias residencias son ocupadas por responsables y comandantes talibanes de alto rango.
Varios habitantes interrogados por la AFP pensaban que la casa estaba vacía.
«No hemos visto que nadie viviera ahí desde hace un año» aseguró un empleado de una oficina cercana. La vivienda «siempre estaba a oscuras, sin una sola bombilla encendida»
El ministro del Interior afgano negó el fin de semana informes sobre un ataque con aviones no tripulados en Kabul y dijo a la AFP que un cohete había alcanzado «una casa vacía» en la capital.
Sin embargo el portavoz de los talibanes Zabibullah Mujahid tuiteó este martes por la mañana que un «ataque aéreo» se había llevado a cabo mediante «drones estadounidenses».
La presencia de Ayman al Zawahiri en Kabul es una «clara violación» de los acuerdos alcanzados con los talibanes en Doha en 2020, en virtud de los cuales los islamistas se habían comprometido a no acoger a Al Qaeda en su territorio, afirmó un alto funcionario norteamericano.
El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken afirmó el lunes que al «albergar y proteger» a Zawahiri, los talibanes «violaron groseramete el acuerdo de Doha» que previó la salida de las tropas norteamericanas de Afganistán.
En el marco de este acuerdo, los talibanes prometieron no volver a ser una rampa de lanzamiento del yihad internacional, pero según los expertos el grupo jamás rompió sus vínculos con Al Qaeda
Reproches recíprocos
Zabibullah acusó a su vez a Estados Unidos de haber violado estos acuerdos al realizar un ataque en su territorio.
Pero según un responsable de la administración Biden, «los altos responsables talibanes de Haqqani estaban al tanto de la presencia» del líder de Al Qaeda «en Kabul»
El ministro afgano del Interior, Sirajuddin Haqqani, encabeza la temible red Haqqani, un brutal conglomerado de talibanes responsables de radicalidad y violencia en los últimos 20 años. Responsables estadounidenses califican a esta red de brazo derecho de los servicios de inteligencia paquistaníes.
Zawahiri, en fuga desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, había crecido en una familia acomodada de El Cairo, antes de volcarse hacia un islam radical y violento.
Dejó Egipto a mitad de los años 1980 para instalarse en Peshawar, al noroeste de Pakistán, donde se hallaba la resistencia a la ocupación soviética de Afganistán.
Es en esa época, cuando miles de combatientes islamistas acudían a Afganistán, cuando Zawahiri y Bin Laden se conocieron. En 1998, fue uno de los cinco firmantes de la «fatua» de Bin Laden que llamaba a atacar a los estadounidenses.
Cuando en 2011 heredó una organización decrépita, Ayman al Zawahiri, de 71 años, debió, para sobrevivir, multiplicar las «franquicias» y sus juramentos de lealtad circunstanciales, desde la Península Arábiga hasta el Magreb, desde Somalia hasta Afganistán, Siria e Irak.
«A pesar del liderazgo de Zawahiri (…) el grupo aún enfrenta serios desafíos. Por un lado, está el tema de quién liderará Al Qaeda una vez que Zawahiri no esté», apuntó Colin Clarke, investigador del círculo de reflexión estadounidense Soufan Group.
El número dos de Al Qaeda, Abdulá Ahmed Abdulá, murió en agosto de 2020 en las calles de Teherán a manos de agentes israelíes durante una misión secreta dirigida por Washington, según informó en su día el diario The New York Times.
Este anuncio de Biden sobre la muerte de Zawahiri se produce casi un año después de la caótica retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, que permitió a los talibanes recuperar el control del país veinte años después de ser derrocados.