WASHINGTON.- Los tres principales fabricantes de autos estadounidenses al reunirse con Donald Trump, el presidente les expresó su deseo de ver que puedan crear nuevas fábricas, sus comentarios hicieron eco de los sentimientos expresados por Trump durante su campaña y a través de Twitter.
Trump agregó que facilitará las regulaciones hasta reducirlas en un 75% o más para acelerar la aprobación acelerada de nuevas instalaciones de fabricación. En comentarios hechos por el CEO de la FCA, Sergio Marchione cuya compañía enfrenta investigaciones sobre contaminación y del Departamento de Justicia sobre presunto uso de software para controlar las emisiones.
También estuvieron presentes la CEO de GM, Mary Barra, y el CEO de Ford, Mark Fields, por lo que esta fue la primera vez que los tres altos ejecutivos de la llamada Big 3 se reunieron con el Presidente de los Estados Unidos desde una reunión con el ex presidente Barack Obama en 2011 para discutir un acuerdo que estableció un objetivo de duplicar la eficiencia del combustible en los vehículos de EE.UU. en 2025. Obviamente, esta reunión tuvo un tenor muy diferente.
Fields dijo que «estamos muy alentados por el Presidente y las políticas económicas que está enviando», y citó la decisión de Trump de retirarse de la TPP como una señal de por qué es optimista acerca de trabajar con la nueva administración. «
Estamos entusiasmados por trabajar junto con el Presidente y su administración en las políticas tributarias, en la regulación y en el comercio para realmente crear un renacimiento en la manufactura estadounidense «, dijo Field, cuando fue entrevistado por reporteros después de la reunión.
«Hay una gran oportunidad, trabajando junto con la industria y con el gobierno para que podamos mejorar el medio ambiente, mejorar la seguridad y mejorar la creación de empleo y la competitividad de la manufactura y esperamos todos los elementos de los que Mark habló para poder hacer eso «, agregó la CEO de GM, Mary Barra.
Marchionne de la FCA respondió a una pregunta de despedida por un informe de preguntar si los ejecutivos cada uno se sentía intimidado por los tweets agresivos de Trump en ellos con respecto a mantener los trabajos de fabricación en los EE.UU., respondió con un simple «No».
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