ATENAS, Grecia.- Acreedores, tocan a la puerta, para provocar una reunión con el gobierno griego y retomar las discusiones en Atenas sobre la auditoría de las finanzas públicas del país en deuda, cuya aprobación es necesaria para desbloquear un nuevo tramo del rescate, anunció el ministerio griego de Finanzas.
Han existido diferencias sobre las reformas reclamadas por los acreedores, Atenas quiere ahora llegar a un acuerdo lo antes posible ya que el reembolso de más de 7.000 millones de euros, la mayoría para el Banco Central Europeo, vence a mediados de julio.
El lunes por la tarde, el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, anunció a Bruselas la reanudación de las negociaciones en Atenas, que durarán «algunos días».
Después de meses de prórrogas, el gobierno griego tuvo que ceder recientemente a las exigencias de sus acreedores – zona euro, Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)- de nuevos recortes en las jubilaciones en 2019, lo que permitió retomar las discusiones en Atenas después de ser interrumpidas a finales de marzo.
En total, Grecia debe realizar un ahorro de 4.300 millones de euros entre 2019 y 2020, según la prensa local.
El primer ministro heleno, Alexis Tsipras, se vio obligado a aceptar un tercer préstamo internacional para su país en julio de 2015, de 86.000 millones de euros por tres años, a cambio de continuar con las medidas de austeridad.
Pero el FMI rechazó hasta ahora participar financieramente en este nuevo programa, como lo hizo en dos ocasiones anteriores (2010,2012).
La institución se opone a los objetivos presupuestarios fijados para Grecia por la zona euro y sobre todo por Alemania, afirmando que la deuda pública griega no es sostenible.