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- Un estudio publicado en Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association muestra la relación entre ambos temas.
- Las y los investigadores analizaron los cerebros de personas entre 70 y 80 años.
- Tener más de 2 horas a la semana de ejercicio ayuda a nuestra salud física y mental.
Si eres una persona que hace ejercicio, esta noticia es muy buena para ti, pero si no tienes actividad física, es momento de ponerte en marcha, porque podrías salvarte de la demencia o, al menos, prevenirla.
Expertas y expertos publicaron recientemente un estudio en Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association, donde muestran la correlación entre hacer algún tipo de ejercicio y este padecimiento.
Para el análisis estudiaron los cerebros de personas con una edad entre 70 y 80 años que donaron sus órganos a la ciencia; ahí indagaron sobre las proteínas que generaban sus cuerpos cuando tenían actividad física.
«A mayor actividad física, mayores niveles de proteínas sinápticas en el tejido cerebral. Esto sugiere que cada movimiento cuenta cuando se trata de la salud del cerebro», declaró la autora Kaitlin Casaletto, profesora asistente de Neurología en el Centro de Memoria y Envejecimiento de la Universidad de California en San Francisco, a CNN.
De esta manera, puntualizó, se deben trasladar los ejercicios a las personas adultas mayores.
«Estos hallazgos empiezan a respaldar la naturaleza dinámica del cerebro en respuesta a nuestras actividades, y la capacidad del cerebro de los ancianos de establecer respuestas saludables a la actividad incluso en las edades más avanzadas», afirmó al medio.
¿Y qué ejercicio o cuánto tiempo es lo recomendado?
De acuerdo con Casaletto, desde caminar hasta ejercicio más intensos pueden ayudar a las personas a tener una mejor salud no solo física, sino mental. Esto debe incorporarse desde edades tempranas, con el fin de que en la vejez sea más sencillo adaptarse a las actividades de esta índole.
En YouTube hay tutoriales gratuitos, aplicaciones con distintas disciplinas, como yoga, pilates y más o acudir a un gimnasio, centro de natación, entre otros sitios.
Ya que la persona elija el ejercicio, la gran incógnita es el tiempo que debe realizarlo, con el fin de prevenir la demencia.
«Recomendamos aspirar a 150 minutos por semana de actividad física. Estudios anteriores han demostrado que incluso caminar se relaciona con un menor riesgo de deterioro cognitivo», destacó la investigadora.
