A ocho meses de las primarias demócratas para la Casa Blanca, el exvicepresidente estadounidense Joe Biden, el favorito, arrancó este sábado su campaña.

Con un gran acto en Pensilvania para consolidar la ventaja sobre sus rivales, llama a los votantes a sanar las divisiones y rechazar el «corazón duro» de Donald Trump.

Desde que inició la carrera presidencial, la ex mano derecha de Barack Obama ha marcado una clara ventaja respecto a los otros precandidatos demócratas, más de una veintena.

Pues sin duda Joe Biden es el favorito.

Tras un primer acto público en Pittsburgh, Biden programó una concentración masiva para el sábado en Filadelfia, donde instaló su cuartel general de campaña.

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Eligió para ello, un lugar muy cercano al museo en el que el boxeador de la película «Rocky» se entrenaba.

«Algunos dicen que los demócratas no quieren escuchar de unidad. Así que están enojados y que mientras más enojado estés, mejor», dijo Biden.

«No lo creo», dirá, añadiendo que su candidatura ofrece a todos «un camino distinto» hacia la unidad.

«Si los estadounidenses quieren un presidente que aumente nuestra división, que lidere con el puño apretado (…) y el corazón duro, que satanice a sus oponentes y vierta odio, no me necesitan.

«Ya tienen un presidente que hace precisamente eso».

El escenario elegido para su discurso no es un azarosa.

Pensilvania pasó al campo republicano en 2016, y para ganar a nivel nacional los demócratas deberán reconquistarlo.

Nacido aquí, popular entre los obreros y en el electorado negro y moderado, Biden parece el demócrata mejor ubicado para hacerlo.