* La joven saudita llamó la atención del mundo entero tras huir de su familia y solicitar asilo en el exterior

Rahaf Mohamed al Qunun llegó este sábado a Toronto, poniendo fin a una agotadora odisea internacional.

La joven saudita llamó la atención del mundo entero tras huir de su familia y solicitar asilo en el exterior.

La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, la recibió en el aeropuerto de Toronto.

«Ha hecho un largo viaje, está agotada y prefiere no responder preguntas por el momento»

El gobierno del primer ministro Justin Trudeau le concedió el asilo a la saudita que huye de la violencia física y psicológica de su familia.

«Ella quería que los canadienses vieran que había llegado a Canadá»

La ministra elogió asimismo el «coraje» de Rahaf, a quien dio la bienvenida a «su nuevo hogar», Canadá.

«Creo en encender una sola vela y donde podemos salvar a una sola persona, donde podemos salvar a una sola mujer, es algo bueno»

De las redes sociales a la libertad

El caso atrajo la atención del mundo, después de que ella hiciera pública su situación en redes sociales.

La policía la había detenido el pasado fin de semana a su llegada a Bangkok, procedente de Kuwait, donde había logrado escapar a su familia.

Las autoridades tailandesas amenazaron en un principio con deportarla a su país, a petición de Arabia Saudita.

Pero Rahaf se atrincheró en una habitación de hotel en el aeropuerto, tuiteando una multitud de mensajes y videos desesperados.

Con estos mensajes alcanzó notoriedad internacional.

Arabia Saudita es uno de los países más restrictivos del mundo para los derechos de las mujeres.

Tanto el padre, como el marido u otro hombre en su vida, ejerce sobre ellas una autoridad arbitraria y toma en su lugar las decisiones importantes.

Rahaf se negó a ver a su padre, que había viajado a Tailandia y se oponía a su marcha.

Tensiones entre Riad y Ottawa

Tras una movilización a su favor en las redes sociales, las autoridades tailandesas renunciaron a la idea de deportarla.

Le permitieron salir del aeropuerto con representantes de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Después de que se revelara su caso, la policía tailandesa puso a Rahaf bajo la protección de ACNUR en Tailandia.

Esa agencia de la ONU presentó una demanda de asilo a varios países, incluida Australia, en un primer momento.

El viernes por la tarde el primer ministro Trudeau confirmó que Canadá le había concedido el asilo.

«Estamos encantados de hacerlo, ya que Canadá es un país que reconoce la importancia de defender los derechos humanos y de las mujeres en el mundo»

Esa decisión puede avivar las actuales tensiones entre Riad y Ottawa.

Arabia Saudita anunció en agosto la expulsión del embajador canadiense, llamó el suyo a consultas y suspendió cualquier nueva relación comercial o inversión con Canadá.

Las autoridades canadienses le reprochaban a Riad el arresto de activistas pro derechos humanos sauditas.

Entre los aprehendidos se encuentran Samar Badaui, hermana del bloguero encarcelado Raef Badaui, cuya mujer con tres hijos viven refugiados en Quebec.

El caso de la joven ocurrió en un periodo en el que muchos están pendientes del respeto de los derechos humanos en el país árabe.

Información e imagen: AFP

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