PARÍS, Francia.- Ante la proximidad de las cruciales elecciones francesas la incertidumbre gravita aunque las encuestas ubican a Macron y Le Pen en la segunda vuelta, la distancia con Fillon y Melenchon se va reduciendo. Nada será igual en la política francesa tras las próximas elecciones presidenciales, en uno de los comicios más impredecibles de la historia reciente del país.
Un nuevo orden al margen de los partidos tradicionales aparece en el horizonte de un Palacio del Elíseo anhelado por tres candidatos que se ubican fuera del bipartidismo. Y nadie es capaz de definir lo que va a pasar dado el alto grado de incertidumbre que muestran las encuestas.
Las encuestas por ahora dibujan un escenario cercano al empate técnico, si bien Macron y Le Pen han encabezado con consistencia la intención de voto en todos los sondeos desde hace meses. Pero los márgenes se han estrechado conforme se acerca la primera vuelta del domingo, y lo que parecía un cara a cara garantizado entre el hijo pródigo del socialismo y la campeona de la ultraderecha es ya una carrera a cuatro de final incierto.
A pocos días de la cita, los sondeos muestran una diferencia entre los dos primeros y Fillon y Mélenchon de unos tres o cuatro puntos, apenas superior al margen de error, que puede ser enjugada en la recta final. Dado los márgenes de error que son generalmente de entre 2,5 puntos y 3 puntos, la contienda es más ceñida de lo que podría parecer inicialmente.
Además de eso, hasta el 40 por ciento de los votantes aún tienen que decidir sobre su candidato, según las estimaciones de varias firmas de encuestas. La dinámica ascendente del izquierdista Mélenchon ha añadido incertidumbre a la carrera, al abrir la posibilidad de una segunda vuelta entre él mismo y Le Pen que espanta al “establishment” y a los mercados.
Este mismo miércoles una encuesta a 11.601 personas realizada por Cevipof para el periódico Le Monde apuntaba que Macron y Le Pen han perdido fuerza pero se sigue esperando que ambos se clasifiquen para la segunda vuelta del 7 de mayo, con el centrista ganando en esa segunda ronda.
Le Pen, que ha insistido en la última semana en su mensaje principal sobre poner un freno a la inmigración, ha caído en 2,5 puntos porcentuales en intención de voto desde principios de abril hasta el 22,5 por ciento, mientras que Macron ha perdido 2 puntos porcentuales hasta el 23 por ciento en la primera ronda, dijo Cevipof. Mélenchon tenía el 19 por ciento de intención de voto, según la misma encuesta, mientras que Fillon se recuperaba situándose en el 19,5 por ciento.
La abstención, un factor clave que aumenta la incertidumbre sobre el resultado de la primera ronda, se sitúa en el 28 por ciento, dijo Cevipof. Pero otro elemento de incertidumbre es el gran número de indecisos. Casi un tercio de los votantes todavía no ha decidido qué candidato escogerá, o incluso si irá a las urnas. La indecisión de votantes “es enorme”, dijo Gaël Sliman, jefe de la empresa encuestadora Odoxa.
Una encuesta de Odoxa para France Info, publicada el 14 de abril, sitúa la tasa de indecisos en 32 por ciento. El porcentaje de votantes que dicen estar seguros de su decisión es el más bajo desde 2002, cuando el Frente Nacional de extrema derecha sorprendentemente logró pasar a la segunda vuelta de la votación presidencial, dijo Emmanuel Rivière, encuestador de Kantar Sofres, en su feed de Twitter el 12 de abril. “La indecisión sigue siendo alta, como en 2002”, añadió.
Se suma a la incertidumbre el hecho de que solo 66 por ciento de los votantes calificados están relativamente seguros de que votarán, según una encuesta del 14 de abril de Ipsos Sopria-Steria para Le Monde. Eso está muy por debajo del 79,5 por ciento de participación en la primera ronda de las elecciones presidenciales de 2012.
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