CALAIS, FRANCIA,- Alrededor de 400 mujeres y niños fueron los últimos residentes del amplio campamento migrante de Calais, eran evacuados este jueves y trasladados a centros de familia en toda Francia, para que el Gobierno pudiera clausurar el asentamiento de forma definitiva.
Los migrantes estaban alojados en un edificio municipal cerca de la costa del canal de La Mancha, que se convirtió en el inicio del campamento conocido como «La Jungla». Las familias viajaban el jueves en autobús hasta centros de procesamiento donde podrán pedir asilo en Francia o Gran Bretaña, indicó el portavoz de la administración regional Steve Barbet.
Durante los últimos 10 días, las autoridades han trasladado a casi 7.000 personas del campamento a lugares de todo el país.
Miles de migrantes que huían de la pobreza y la violencia en Medio Oriente y África acudieron a Calais para intentar llegar a Gran Bretaña de forma clandestina ocultándose en camiones de mercancías.
Por otro lado, la organización humanitaria Amnistía Internacional acusó a la policía italiana de golpear y maltratar a migrantes y de expulsar de forma ilegal a varios de ellos, al verse presionada para ampliar las nuevas normas de la Unión Europea para procesar a los que llegan.
En un informe publicado el jueves, AI cita 24 denuncias de malos tratos que incluyeron palizas, descargas eléctricas y humillaciones sexuales para obligar a los migrantes a que se les tomaran las huellas en Italia.
Las nuevas normas de la UE obligan a tomar las huellas dactilares de los migrantes en el primer país del bloque al que lleguen para que puedan ser procesados y, si obtienen asilo, reubicados en otro país de la UE. Sin embargo, muchos migrantes quieren viajar a un país específico, a menudo en busca de familiares, y se resisten a que les tomen las huellas.
Los malos tratos han aumentado desde la adopción de las nuevas normas de la UE el año pasado, indicó el informe.
El Ministerio italiano del Interior declinó hacer comentarios.
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