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La muerte aletea en el Cuerno de África

La muerte aletea en el Cuerno de África

GINEBRA.- La crisis humanitaria crece a pasos agigantados -peor que en 2011- y la ACNUR alerta de «muertes masivas» por hambruna en el Cuerno de África, Nigeria y Yemen. en 2011, murieron 260.000 personas y ahora la falta de fondos aqueja a la organización para hacer frente a la crisis.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) señaló el portavoz de la ACNUR, Adrian Edwards, en rueda de prensa. “Esta advertencia la hacemos a la luz de las sequías que también afectan a muchos países vecinos y a la escasez de fondos”, agregó.

La ONU ha advertido reiteradamente en los últimos dos meses de que más de 20 millones de personas en cinco países están al borde de la inanición. En cuatro de los cinco países existen conflictos de larga duración que socavan los esfuerzos humanitarios, y en Somalia y el Yemen se suma una sequía aguda (especialmente en el caso del país africano) que ha acabado con la capacidad de resistencia de la población.



La lucha por subsistir en el Cuerno de África.-(afp)

“Tenemos una conspiración de elementos que se refuerzan entre ellos. Está el conflicto, está la sequía, los desplazamientos de las personas que huyen de ambos y que ponen presión en otras comunidades ya muy debilitadas”, constató Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

En 2011, una hambruna atacó al Cuerno de África y 260.000 personas, la mayoría niños menores de cinco años, murieron, y “lo que queremos es evitar a toda costa una repetición de esta catastrófica pérdida de vidas”, sostuvo el portavoz de la ACNUR. Ahora, las agencias humanitarias de la ONU están advirtiendo de que una catástrofe parecida puede volver a ocurrir.

“Unas crisis humanitarias que serían evitables se están convirtiendo rápidamente en inevitables”, dijo en repetidas ocasiones Edwards, quien hizo hincapié en la necesidad de actuar de forma “inmediata” para poder frenar una catástrofe.

Una urgencia en la que también puso énfasis David Hermann, coordinador humanitario para Somalia del Comité Internacional de la Cruz Roja: “la respuesta tiene que ser ahora, en las próximas semanas”, recalcó.



Por otra parte, la ACNUR alertó de que los desplazamientos ya están aumentando por la crisis, por lo que la agencia de la ONU ha tenido que elevar sus cálculos para este año para algunos países. En Sudán, donde preveía 60.000 llegadas de personas provenientes de Sudán del Sur, ahora se esperan 180.000, y en Uganda, donde se calculaban 300.000 refugiados sursudaneses, actualmente se manejan 100.000 más.

Finalmente, tanto las agencias de la ONU como la Cruz Roja se quejaron de la falta de fondos para hacer frente a estas emergencias, pues los llamamientos humanitarios obtienen entre un 3 % y un 20 % de la financiación demandada.

En Sudán del Sur, unas 100.000 personas sufren ya hambruna y cerca de un millón están al borde de ella, mientras que unos cinco millones necesitan ayuda alimentaria urgente.En Somalia, hay 2,9 millones de personas necesitadas de asistencia y la ONU calcula que un millón de niños menores de 5 años sufrirán malnutrición grave este año.

Mientras, en el noreste de Nigeria 5,1 millones de personas sufren carencias serias de comida. En el Yemen, se vive la mayor emergencia alimentaria del mundo, con unos 7,3 millones de personas que necesitan ayuda ahora mismo, según las Naciones Unidas.

Por otro lado, alrededor de 50.000 personas están al borde de la hambruna en la cuenca del lago Chad por las acciones del grupo yihadista Boko Haram, concentradas en el noreste de Nigeria, y otros factores como la sequía, asegura la FAO.

El director general de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, explicó en una charla con periodistas que esas personas sufren ya inseguridad alimentaria grave y podrían morir de hambre en los próximos meses si no se actúa de forma inmediata.

En la cuenca del lago Chad, cuya capacidad hídrica ha descendido un 90 % en las últimas cuatro décadas sobre todo por la evaporación del agua, la falta de precipitaciones y sistemas de riego mal gestionados, la crisis humanitaria se ha unido a la ecológica. ”La población alrededor del lago ha aumentado mucho por el conflicto y esa fuente de agua es la única que tienen para la pesca y el riego de los cultivos”, afirmó el responsable.

La violencia ha obligado a 2,5 millones de personas a abandonar sus casas y se estima que en esa región (que comparten Chad, Camerún, Níger y Nigeria) unos 7 millones de personas están pasando hambre y necesitan ayuda urgente.

 

”La seguridad es una condición previa para la inversión”, apuntó el director general de la FAO, que reconoció que las agencias de la ONU pueden hacer “muy poco” en las zonas aisladas y afectadas por las acciones de Boko Haram.

Remarcó la importancia de “parar la fiebre” que supone la violencia, sin olvidar que esas zonas han estado abandonadas durante décadas, sin presencia de un Gobierno central que “tardó demasiado tiempo” en solicitar ayuda a nivel internacional.

La FAO solo ha recibido 10 de los 62 millones de dólares que requiere para apoyar allí con semillas, fertilizantes y animales de ganado a los productores que encaran el próximo periodo de siembra en mayo tras tres años de difícil sequía.

afp/ap/efe/r3