CIUDAD DE MÉXICO,- Frente al increíble flujo de migrantes en busca de centros urbanos que a su vez se convertirán en ciudades pequeñas, las grandes urbes de todo el mundo están alcanzando su límite de capacidad, que no se hallan preparadas para enfrentar semejante situación, advierte Eugene Zapata Garesche director del proyecto 100 Resilient Cities (100RC).
«Las ciudades que podrían crecer son aquellas que en realidad no están listas para hacerlo: las pequeñas y medianas», dijo Zapata.
«Las ciudades que estaban preparadas para crecer no pueden hacerlo más, ya que han alcanzado su límite. He ahí el principal reto para la urbanización hoy en día», explicó el director de 100RC a la Fundación Thomson Reuters. Las megaciudades como Sao Paulo no pueden soportar el aumento de gente, mientras que otras ciudades de menor tamaño que aún tienen espacio tendrán que recibir a un creciente número de personas, detalló Zapata.
«Tenemos, por ejemplo, la Ciudad de México, donde el crecimiento de población se ha detenido porque la convivencia se ha vuelto una pesadilla y hay demasiada contaminación», explicó Zapata, originario de la capital mexicana, una de las ciudades más congestionadas del mundo.
«Podría ser una buena noticia para México, pero no lo es tanto para las ciudades aledañas», dijo el experto, añadiendo que aquellas más pequeñas han visto un aumento en el número de personas que llegan a vivir.
La ONU estima que el número de personas viviendo en ciudades con una población de cerca de 5 millones de personas aumentará en el año 2030 de 827 millones a poco más de mil millones; mientras que 27 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades de alrededor de un millón de habitantes cada una.
En Latinoamérica, donde un 80 por ciento de la población vive en las grandes urbes, 17 ciudades se han sumado a la iniciativa 100RC, que cuenta con un apoyo de 164 millones de dólares por parte de la Fundación Rockefeller.
La fundación otorga una cantidad de dinero a las ciudades para que desarrollen estrategias para enfrentar retos como el cambio climático. Se espera que ciudades como Santiago, Quito, Cali y Ciudad Juárez lancen este año estrategias a largo plazo para una correcta adaptación a los cambios urbanos. Buenos Aires, Montevideo, San Salvador y Guadalajara aún están en las primeras etapas del proceso.
«La adaptación del medio no es algo fácil. Tiene que haber voluntad y capacidad por parte del gobierno», explicó Zapata, quien dirigirá una oficina regional para la apertura del 100RC en la Ciudad de México este año.
Asegurar la institucionalización de estas medidas y el apoyo de las autoridades es esencial para garantizar el buen funcionamiento a largo plazo de la estrategia, ajeno a cualquier causa política, y así poder seguir recibiendo el apoyo del 100RC.
Uno de los principales retos para Latinoamérica es mejorar el transporte en las ciudades, el tratamiento de desechos y el abastecimiento de agua, así como sus políticas sociales para el apoyo a migrantes que llegan de todas partes del continente.
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