TRÍPOLI.- Libia anunció hoy la salida de la última partida de armas químicas hacia Alemania para su posterior destrucción, bajo un plan respaldado por las Naciones Unidas para garantizar que el arsenal no cayera en manos del Estado Islámico (EI). La última partida de las armas químicas, heredadas del régimen del ex presidente Muamar Gadafi, fue trasladada el sábado pasado a Alemania a bordo de un barco danés que partió del puerto de Misrata, a 200 kilómetros al este de Trípoli, bajo la supervisión de las Naciones Unidas.

El viceprimer ministro del gobierno de Unidad Nacional de Libia, Musa al Koni, aseguró que todas las armas químicas fueron sacadas del país para su destrucción. Se trata de unas 500 toneladas de productos químicos tóxicos que serán destruidos en Munster, Alemania, por una sociedad que ya destruyó las reservas del régimen sirio, explicó un portavoz del Ministerio alemán de Defensa. “Estos productos, que pueden utilizarse para producir gases tóxicos o agentes de combate deben llegar a Alemania en las próximas semanas”, agregó. El gobierno libio de Unión Nacional (GNA), apoyado por la comunidad internacional, solicitó ayuda internacional para acabar con la amenaza que suponía la presencia de las armas, pues temía que llegaran a manos del EI, presente en el país desde 2015.

El pasado 22 de julio, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó la resolución 2298 que permite a los Estados “recibir, controlar, transportar, transferir y destruir las armas químicas especificadas por la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ)”. Libia se incorporó a la OPAQ en 2007, cuando el coronel Gadafi, interesado en acercar posturas con Occidente, prometió destruir sus reservas de gas mostaza, un arma utilizada sobre todo durante la Primera Guerra Mundial. Según la OPAQ, el 55 por ciento de las reservas de gas mostaza de Libia ya han sido eliminadas, así como las municiones susceptibles de ser utilizadas como vectores.

Notimex/JRGA