PARÍS, FRANCIA.- Este viernes, el gobierno de Francia hizo un llamado a terminar con las huelgas que han puesto en jaque al país, especialmente en el rubro de transporte, al tiempo que calificó a los pilotos de Air France como irresponsables, al plantear un paro a una semana del inicio de la Eurocopa de futbol.
Los llamados se producen en el tercer día de una paralización del transporte ferroviario que ha reducido los servicios de trenes en cerca de 50 por ciento, de cara a la apertura el 10 de junio de un torneo que debería atraer a unos 2,5 millones de aficionados, muchos de ellos desde el exterior.
A las huelgas se suma la salida del río Sena de su cauce en el centro de París, en la peor inundación en la ciudad en al menos 30 años, que forzó al cierre de una línea de trenes suburbana y a una suspensión en el transporte por barcaza de materiales de construcción, lo que a su vez generó embotellamientos de tráfico.
El ministro de Transporte, Alain Vidalies, dijo que el Gobierno había cumplido con las demandas laborales de proteger los periodos de descanso de los trabajadores ferroviarios y ayudar con la carga de deuda de 50.000 millones de euros (55.760 millones de dólares) que afronta la firma de transporte SNCF, por lo que el sindicato CGT debería poner fin al paro.
La compañía dijo que la cantidad de personal que suspendió su trabajo el viernes cayó a un 10 por ciento, desde el 17 por ciento del miércoles.
En tanto, el Gobierno socialista intervino en negociaciones internas para la reorganización de SNCF con la intención de reducir las tensiones e hizo concesiones para evitar un paro de los controladores de tráfico aéreo. Pero ahora enfrenta una huelga de los pilotos de la aerolínea Air France a partir de la próxima semana.
«Esto es irresponsable», dijo el ministro, y añadió que nadie comprendía por qué se había convocado a una paralización por recortes salariales ya anunciados para un día después del inicio de un torneo de fútbol que se extenderá por un mes.
El poderoso sindicato CGT también convocó a huelgas en refinerías y plantas nucleares. Sin embargo, la compañía de gas y petróleo Total dijo que un 94 por ciento de sus 650 empleados en la refinería de Donges había votado por reanudar sus tareas tras una paralización de dos semanas. La mayoría de los operarios en su refinería de Grandpuits también votó por terminar el paro.
jcrh