Imagen: Redes Sociales
- Esta semana inició el juicio en contra de los tres mexicanos detenidos en Holanda por cocinar metanfetaminas en un narco barco
- Los cocineros del narco recibían las órdenes de trabajo vía WhatsApp desde México
- Uno de los detenidos declaró que le ofrecieron 10 veces más del sueldo que percibía en nuestro país vendiendo verduras en una productora de Durango
En mayo de 2019, en el puerto de Moerdijk, Holanda, autoridades locales descubrieron un enorme laboratorio acuático (narco barco) en donde se producirán drogas sintéticas.
Laborando al interior de la fábrica de drogas flotante, una embarcación de 80 metros bautizada como Arsianco, se encontraban tres mexicanos y un holandés, quienes fueron detenidos e interrogados por las autoridades holandesas.
De acuerdo con información de El Universal, en el momento de rendir sus declaraciones, Diego V.J., un mexicano de 24 años que trabajaba como cocinero dentro del laboratorio, contó que cuando viví en México trabajaba vendiendo diversas verduras; sin embargo, alguien le ofreció un trabajo pagado en euros, una oferta que difícilmente podía rechazar.
“Alguien de México me dijo que aquí había algo que hacer y me ofrecía 3 mil euros al mes. En México trabajaba en una distribuidora de tomate, pepino y cebolla, ganando mil 500 pesos a la semana”, contó Diego a las autoridades.
Agregó que cuando te ofrecen 10 veces el sueldo que ganas, es una oferta que es difícil de rechazar, sobre todo cuando se tiene una familia que mantener.
“Con ese dinero me alcanzaba para mantener a mi familia (…) Cuando llegué, alguien me dijo qué hacer con lo que había ahí adentro”, dijo.
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El originario de Durango continuó con su labor hasta que en mayo de 2019, la policía holandesa lo capturó junto a su hermano, Víctor V.J. de 27 años y otros dos compañeros.
Según las autoridades, el mexicano se comunicaba con personas en México vía Whatsapp.
“Alguien me decía qué hacer y lo hacía. Solo trabajaba, cocinaba cosas. Lo que se decía por WhatsApp era lo que se hacía”, declaró Diego.
Cuando el juez encargado del caso lo cuestionó sobre las fotografías y los videos compartidos a través de la aplicación y los destinatarios en México, el acusado pidió guardar silencio.
Según la información expuesta en las pantallas de la cámara, las instrucciones venían de números identificados con el nombre de Chayo y Patrona.
Otros inculpados
Entre tanto, su hermano Víctor V.J. únicamente se limitó a responder un par de preguntas y confirmó que las órdenes de trabajo provenían de México a través de mensajería instantánea.
Con información de El Universal