MOGADISCIO.- Un general y al menos seis soldados del Ejército somalí murieron hoy en un ataque suicida con un coche bomba, cuya autoría se atribuyó el grupo islamista Al Shabab. El general Mohamed Roble Jimale, mejor conocido como «Goobaanle» y uno de los líderes en la lucha contra el grupo islamista somalí, pereció de camino al hospital, luego de que su convoy militar fue embestido por un coche bomba cerca de la sede del Ministerio de Defensa en esta capital.
De acuerdo con la versión de varios testigos, el ataque fue perpetrado por un atacante suicida que seguía a poco distancia el convoy del general y sus guardaespaldas, tras visitar un hospital militar, según un reporte de la televisión árabe Al Yazira. «Hubo una potente explosión causada por un coche con explosivos junto a la carretera, varios miembros del Ejército murieron en el incidente, incluyendo un alto comandante», indicó Abdiaziz Mohamed, jefe de la Policía, al confirmar la muerte del general Goobaanle, quien había sobrevivido en varias ocasiones a otros intentos de asesinato. “La explosión fue muy grande, vi humo y el fuego cubre toda la zona», declaró uno de los testigos, identificado como Abdi Hassan. El general fallecido era el comandante de la tercera brigada del Ejército de Somalia y luchaba contra Al Shabab desde 2007, liderando las tropas en varios barrios de la capital somalí, donde el grupo islamista tiene presencia. El atentado fue reivindicado por el grupo islamista radical en un comunicado difundido a través de su emisora Andalus, en el que aseguró haber dado muerte el general.
«Un mujaidin (combatiente islámico) fue martirizado como suicida con el coche bomba que mató al general Goobaanle», subrayó usando el apodo del militar fallecido. Al Shabab (Los Jóvenes, en árabe) es reconocido internacionalmente por los ataques que ha perpetrado fuera de Somalia, incluido el registrado en abril de 2015 contra una universidad en la ciudad keniana de Garissa, donde sus combatientes masacraron al menos a 148 personas. El ataque en la Universidad de Garissa fue considerado el más mortífero cometido por el grupo islamista desde el asedio de septiembre de 2013 contra un lujoso centro comercial de Nairobi, que dejó 67 muertos y cientos de heridos. Además Al Shabab atentó contra un bar durante la final de la Copa Mundial de Fútbol de 2010, que el grupo realizó en Uganda, cobrando la vida de al menos 76 personas que se habían congregado para disfrutar del partido entre Holanda y España.
Notimex/JRGA