TORONTO.— El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se refirió al fallecido líder de la revolución cubana, Fidel Castro, como un “legendario revolucionario y orador”, pero la oposición conservadora en la Cámara de los Comunes consideró “vergonzosos” sus calificativos para quien fue “un dictador”. La líder del Partido Conservador (PC), Rona Ambrose, acusó que durante la presidencia de Castro “miles de personas fueron empobrecidas, encarceladas y ejecutadas”.
La diputada conservadora, quien encabeza provisionalmente el PC, luego de que éste perdió el poder tras nueve años de gobernar Canadá, se solidarizó con el pueblo cubano que “continúa soportando el largo y opresivo régimen, incluso después de su muerte”. Mientras que Trudeau recordó los lazos de amistad entre su padre y Fidel (“Mi padre se sentía muy orgulloso de llamarlo su amigo”) y resaltó las significativas mejoras a la educación y la salud impulsadas por el expresidente Castro, las voces conservadoras le arrojaron una lluvia de críticas. “El primer ministro debería sentirse avergonzado de sus palabras que lo ponen en el lado equivocado de la historia, contra millones de cubanos clamando libertad. (Trudeau) debería rectificar sus palabras y disculparte”, acusó Lisa Raitt, exintegrante del anterior gobierno conservador.
Incluso aseveró que Castro no fue un “legendario líder” sino que “mató y encarceló a miles de hombres, mujeres y niños”. Riatt se refirió al término “controversial” usado por Trudeau al referirse a Fidel y criticó que el expresidente cubano cometió crímenes contra la humanidad, por lo que “debería usted (Trudeau) sentirse avergonzado por aprobar un régimen brutal que exportó terror”. La diputada dijo que Canadá no debería celebrar la vida de un “tirano”. Maxime Bernier, uno de los candidatos a liderar el Partido Conservador, consideró “repugnante” el mensaje de Trudeau porque Castro fue un “despreciable dictador” que encarceló a miles de inocentes y arrojó al exilio a más de un millón de cubanos. En tanto, el líder del Partido Neo Demócrata (NDP), de centro-izquierda, Tom Mulcair, refirió que con la muerte de Castro “pensemos en las vidas impactadas por sus acciones y tengamos esperanza por el futuro del pueblo cubano”.
En respuesta a las críticas que recibió por su mensaje de condolencias, el primer ministro canadiense dijo desde Madagascar, donde atiende a la cumbre de la Francofonía, que en ningún momento deja de lado la violación de los derechos humanos en la isla, pero que a la muerte de Fidel era necesario reconocer los logros alcanzados. “(Fidel) fue una figura polarizante hay preocupación sobre los derechos humanos en Cuba”, dijo Trudeau y agregó que de ese tema habló en su encuentro con Raúl Castro hace dos semanas en su visita a la isla. El gobernador de Quebec, Philippe Couillard, respaldó al primer ministro asegurando que el líder revolucionario será recordado “en varios tonos de gris, pero no veo controversia en describirlo como un gigante del siglo XX”.
Notimex/JRGA