
MADRID.- El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) entró hoy en crisis interna tras los malos resultados obtenidos ayer en las elecciones en el País Vasco y Galicia (norte de España) y ante la presión que sufre para permitir la formación de gobierno de Mariano Rajoy. El líder socialista Pedro Sánchez propuso este lunes superar la crisis interna (en la que destacan las críticas en su contra) con unas elecciones internas el 23 de octubre para renovar la dirigencia, y un congreso del 2 al 4 de diciembre. La segunda formación política en España obtuvo sus peores resultados en Galicia, al perder cuatro escaños respecto de 2012 y lograr 14, a la vez que fue superada en votos por la coalición izquierdista En Marea, que también se queda con 14 diputados.
En las elecciones gallegas, el abanderado del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, revalidó su mayoría absoluta de 41 diputados, por lo que los socialistas quedan con menor protagonismo en la oposición. En el País Vasco, los socialistas obtuvieron nueve escaños, frente a los 16 de 2012, por lo que se pasa al cuarto lugar tras ser superado por la izquierdista Podemos que logró 11 diputados. Los comicios vascos le dieron una mayoría simple al nacionalista Iñigo Urkullu con 29 escaños, mientras que los independentistas de Bildu se quedaron con 17, cuatro menos que en 2012. Los malos resultados fueron reconocidos por el secretario de organización del PSOE, César Luena, que consideró que las campañas en ambas comunidades se realizaron en un escenario difícil para la formación. Con esas palabras Luena se refirió a las presiones y críticas hacia Sánchez, debido a su negativa a abstenerse en una votación de investidura que permita a Rajoy renovar su mandato tras las elecciones del 26 de junio.
El debate político marcado por la falta de un gobierno en plenas funciones desde diciembre pasado, recae sobre el PSOE al tener opción de evitar unas terceras elecciones (a celebrarse en diciembre próximo) con una abstención a favor de Rajoy. La posición de Sánchez se basa en que considera que el PSOE es la alternativa a un gobierno de Rajoy, y que no se le puede apoyar por rechazarse sus duras políticas económicas implementadas desde 2012, así como por los casos de corrupción que afectan al PP. Sin embargo, dentro del PSOE hay voces que le piden a Sánchez recapacitar su postura pues con ella obligaría al país a vivir unas terceras elecciones en las que previsiblemente los socialistas obtendrían un peor resultado. En los comicios de diciembre de 2015, el PSOE liderado por Sánchez obtuvo 90 escaños (la anterior legislatura eran 110), y en junio bajó a 85, mientras que el PP de Rajoy tuvo 123 en diciembre y 137 en las de junio pasado.
Las presiones para Sánchez también llegan desde afuera y por ejemplo la cuarta formación Ciudadanos, le pide una abstención, a lo que se suman empresarios y sectores de la sociedad. Ante esas presiones y los malos resultados de Galicia y País Vasco, Sánchez presentó su propuesta de celebrar elecciones internas y un congreso, algo que el sábado próximo deberá aprobar o no una reunión del Comité Federal del PSOE. Sin embargo, algunos de los críticos de Sánchez, como el diputado Eduardo Madina, los exministros Carme Chacón y José Blanco, así como algunos comités locales piden que Sánchez asuma responsabilidades y abrir el debate interno antes de ir a unas primarias y un congreso.
NOTIMEX/JRGA