CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco otorgó hoy clemencia y dejó en libertad a Lucio Ángel Vallejo Balda, el sacerdote español que estaba preso en el Vaticano como responsable de la fuga de papeles secretos sobre las reformas económicas de la Santa Sede. Según informó la sala de prensa vaticana, a partir de la noche de este martes el presbítero dejó la cárcel, cesó a todo vínculo de dependencia laboral con la Sede Apostólica y regresó a la jurisdicción del obispo de Astorga, su diócesis de pertenencia.
“Considerando que el reverendo Lucio Ángel Vallejo Balda ha cumplido ya más de la mitad de su pena, el santo padre Francisco le concedió el beneficio de la liberación condicional”, indicó una declaración oficial. “Se trata de una medida de clemencia que le permite de adquirir de nuevo la libertad. La pena no está extinguida pero él goza de libertad condicional”, agregó. El 7 de julio de 2016 Vallejo Balda fue declarado culpable de filtración de documentos confidenciales por el tribunal civil del Estado de la Ciudad del Vaticano, en el marco del juicio por el llamado “Vatileaks 2”. Durante el proceso, el mismo sacerdote reconoció haber entregado numerosos papeles reservados a los periodistas Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, autores respectivamente de los libros “Via Crucis” y “Avaricia”.
Los escritos fueron recopilados por Vallejo durante su trabajo como secretario de la COSEA, la comisión referente establecida por el Papa Francisco en 2013 para estudiar la situación imperante en las oficinas administrativas del Vaticano y proponerle iniciativas de reforma. Junto con el sacerdote fueron procesados por el tribunal los periodistas Nuzzi y Fittipaldi, el auxiliar Nicola Maio y Francesca Immacolata Chaoqui, experta en relaciones públicas que formó parte de la misma comisión. Los comunicadores quedaron libres luego que los jueces se declararon incompetentes para juzgarlos, Maio fue exonerado mientras Vallejo y Chaouqui fueron declarados culpables. A la mujer le fueron impuestos 10 meses de reclusión por “concurso” en la divulgación de los documentos, pena que quedó en suspenso por la inexistencia de antecedentes. Al presbítero, en tanto, le fueron aplicados 18 meses de prisión, de los cuales descontó la mitad.
Notimex/JRGA