CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa invitó hoy a un grupo de refugiados africanos a presidir con él su audiencia pública semanal, desde lo más alto del escenario ubicado en el atrio de la Basílica de San Pedro.
“Muchos piensan de ellos que mejor se hubieran quedado en su tierra, pero allá sufrían demasiado. Muchos los consideran excluidos, por favor: ¡son nuestros hermanos! El cristiano no excluye a nadie”, dijo Francisco a los fieles, explicando su gesto. Con él, sentados en el piso, se quedaron los refugiados, una decena. Al inicio de la audiencia ellos entraron caminando junto al Papa, uno llevaba un cartel con la frase “Los refugiados por un futuro juntos”. Al final todos se tomaron una foto con el líder católico. Los migrantes llegaron hasta San Pedro gracias a una iniciativa de la organización Cáritas de Florencia (centro Italia) y de la Universidad Europea.
En su catequesis, Jorge Mario Bergoglio reflexionó sobre el pasaje bíblico del leproso que fue curado por Jesús y reconoció que aquel enfermo no se resignó a su mal ni a las disposiciones sociales que lo convertían en un excluido, más bien decidió ir al encuentro de Cristo. “Pensemos en nosotros, en nuestras miserias… cada uno tiene las propias. Pensemos con sinceridad, cuántas veces las cubrimos con la hipocresía de las buenas maneras”, señaló. “Entonces es necesario estar solos, ponerse de rodillas ante Dios y rezar: ‘Señor, si quieres, ¡puedes purificarme! Y háganlo, háganlo antes de ir a dormir, todas las noches”, apuntó.
Notimex/JRGA