MARRUECOS,- Dejar de lado todo lo aprobado en materia del cambio climático puede resultar en devastadoras consecuencias, advirtió el jefe de la diplomacia estadounidense en la conferencia COP22. El secretario de Estado, John Kerry trató de calmar las preocupaciones acerca de que el próximo presidente de los Estados Unidos renegará del histórico acuerdo global.
Durante la conferencia COP22, en Marruecos, el miércoles, Kerry dijo que no puede especular sobre las políticas del presidente electo, pero aclaró que su tiempo en el servicio público le ha enseñado «que algunos asuntos se ven de manera diferente cuando se asume el cargo».
El candidato Donald Trump prometió durante la campaña que anularía el acuerdo de París para reducir gases de invernadero. Y poco después de su sorpresiva victoria en las elecciones, Trump nombró a Myron Ebell, un escéptico del cambio climático, como director de su equipo de transición para la Agencia de Protección Ambiental.
«El cambio climático no debe ser un tema partidista en primer lugar», dijo Kerry, quien explicó que no lo es para los líderes del Pentágono, la comunidad de inteligencia de la nación, así como para ejecutivos empresariales y políticos locales.
Entre los asistentes al discurso del secretario Kerry estaban representantes de la ONU, delegados de numerosos países, legisladores y ambientalistas, quienes comentaron entre sí sobre la incertidumbre que existe sobre el liderazgo de Estados Unidos en asuntos ambientales bajo la presidencia de Trump.
«Confío en que el presidente electo escuche el consejo de Kerry», dijo a la Voz de América, la directora ejecutiva internacional de Greenpeace, Jennifer Morgan.
El secretario Kerry dijo también que pese al consenso internacional no hay garantía de que los objetivos críticos establecidos serán alcanzados, incluso el de contener a dos grados el aumento de la temperatura global, que según muchos científicos es un límite crucial.
«Y si no logramos hacerlo, será el mayor ejemplo en la historia moderna de que una generación, en un momento de crisis, ha abdicado su responsabilidad por el futuro», señaló.
El secretario de Estado de Estados Unidos dijo que eso sería «no solo un fracaso de política por la naturaleza del reto, sino un fracaso moral, una traición que traería devastadoras consecuencias».
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