MANILA.- El presidente filipino Rodrigo Duterte ordenó hoy cancelar la compra de 26 mil fusiles de asalto Remington M4 a Estados Unidos, ante las preocupaciones expresadas por un senador estadounidense sobre las violaciones de los derechos humanos en el país asiático. En un discurso durante la toma de juramento de nuevos funcionarios de la Comisión de Transición de la Región Autónoma de Bangsamoro (sur), Duterte reveló que dio instrucciones a la Policía Nacional Filipina (PNP) para cancelar la compra del armamento que llegaría al país en 2017.
“No seguiremos comprando armas caras a Estados Unidos. Podemos obtenerlas de cualquier otro lado”, indicó Duterte, según reporte de la cadena filipina ABS-CBN. El mandatario dijo que su gobierno buscará otra fuente más barata para obtener las armas para la Policía e incluso de la misma calidad que los rifles de asalto de Estados Unidos. «No insistiremos en la compra de armas costosas. Nosotros podemos siempre conseguirlas en otro lugar», subrayó Duterte, quien en días pasados mencionó a Rusia como fuente alternativa para el suministro de las armas. En declaraciones a la prensa posteriores en el Palacio Presidencial de Manila, Duterte dijo que Filipinas no tiene «prisa» en la compra de las armas, ya que el país no tiene enemigos y sólo serían utilizadas para matar a los filipinos.
El mandatario dijo que se daría tiempo para determinar dónde comprarlas e insistió en que su gobierno no insistirá en la compra de armas a Estados Unidos ”no hay necesidad”, dijo Duterte, días después de que Washington detuvo una venta de armas a Filipinas. La semana pasada, el Departamento de Estado de Estados Unidos suspendió la venta de unos 26 mil rifles a la Policía de Filipinas luego de que el Senado votó en contra por las violaciones de derechos humanos en el país asiático. El senador demócrata Ben Cardin, al frente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, se mostró renuente en que Estados Unidos suministre armas a Filipinas, ante su preocupación sobre las violaciones de los derechos humanos y la represión en archipiélago.
Los supuestos abusos a los derechos humanos están vinculados a la represión que desde su llegada al poder en junio pasado intensificó el gobierno de Duterte contra los delincuentes, que ha cobrado hasta ahora la vidas de más de tres mil personas. Duterte, conocido como el “Donald Trump filipino”, prometió acabar con los criminales en sus primeros días de gobierno, llevando a la horca a quienes cometan delitos como el tráfico de drogas, asesinato, secuestro y robo con violencia.
Notimex/JRGA