Siria aumenta la impunidad y las atrocidades | Digitall Post : Digitall Post
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Siria aumenta la impunidad y las atrocidades

Siria aumenta la impunidad y las atrocidades

ESTAMBUL, Turquía.-  La evidencia es abrumadora, un clima de impunidad, las atrocidades en Siria que van en aumento. La destrucción en Homs en 2014, más de 400.000 personas han sido asesinadas en la guerra siria. Sin embargo, seis años después del comienzo de la guerra, no hay justicia.

La mitad de la población de ese país ha sido desplazada. Los grupos sirios de derechos humanos cuentan a más de 100.000 personas como desaparecidas, decenas de miles languidecen bajo la custodia del Estado: las torturas, las privaciones, la suciedad y la sobrepoblación son tan graves que una comisión de las Naciones Unidas que constituyen «exterminio», un crimen en contra de la humanidad.

Los causantes de la violencia siguen libres y no hay un camino claro para llevar el grueso de la evidencia ante una corte en algún lugar. Hasta ahora, no obstante, solo hay un caso de crimen contra la humanidad por parte de funcionarios sirios: la demanda se presentó en España debido a que un hombre que murió bajo arresto gubernamental.



No hay casos ante la Corte Penal Internacional. Siria nunca se unió a ella, por lo que la fiscal principal de la corte no puede comenzar una investigación por sí misma. El Consejo de Seguridad de la ONU podría referir un caso a la Corte, pero Rusia ha estado usando su poder de veto para proteger a Siria de una sentencia internacional. Incluso si el consejo actuara, el presidente Bashar al Asad y sus principales funcionarios están bien resguardados en Damasco, lo que hace su arresto difícil, por decir lo menos.

En los primeros días de este mes, el mundo se sacudió por un ataque con armas químicas que mató a más de 80 personas. El gobierno estadounidense atribuyó el ataque a las fuerzas de Asad con base en datos de vuelos y otra información. En respuesta, el presidente Donald Trump lanzó 59 misiles Tomahawk y llamó “animal” a Asad.

Mientras este último ha consolidado su control de las ciudades sirias más importantes, algunos países que se oponían a él desde hace tiempo han dado señales de una nueva disposición a aceptar su gobierno como la manera más rápida de acabar con la guerra, animar a los refugiados a regresar a casa y acelerar la lucha en contra de los yihadistas. Algunos sostienen que, por malo que sea Asad, Siria estaría peor sin él.

Los opositores a Asad responden que mantener a un jefe de Estado con tanta sangre en las manos perpetuaría la guerra.



El ataque con armas químicas fue solo su atrocidad más reciente, después de años de torturas, desapariciones forzadas, sitios y bombardeos indiscriminados a vecindarios civiles y hospitales. La violencia continuaría mientras Asad y su aparato de seguridad continúen, dicen sus enemigos.

“No se trata de una cuestión abstracta de derechos humanos”, dijo Laila Alodaat, una abogada siria de derechos humanos de la Liga Internacional de las Mujeres para la Paz y la Libertad. “Esto está en el centro de este conflicto y de cualquier posible solución o reconciliación. Cientos de miles de víctimas y sus familias necesitan que se les haga justicia, se les den compensaciones, y puedan tener la seguridad de que su futuro estará libre de tales violaciones”.

En la guerra de Siria todos los bandos han cometido atrocidades. Los rebeldes han bombardeado vecindarios civiles y los yihadistas de Al Qaeda y el Estado Islámico han usado bombas suicidas, han torturado a sus enemigos y han ejecutado a sus prisioneros, a menudo grabando todo en video.

El gobierno de Siria pinta el conflicto como si se tratara de una conspiración internacional para destruir al país y afirma que cualquier oposición es terrorismo respaldado por el extranjero. Niega que sus fuerzas hayan usado armas químicas o hayan cometido atrocidades.

En una entrevista del año pasado, Asad contestó a una pregunta de The New York Times asegurando que a todos los prisioneros se les trata según la ley y negó los relatos de miles de familias que dicen que sus seres queridos han desaparecido sin rastro.

“Esas son acusaciones”, dijo Asad. “¿Cuáles son los hechos?”.

El levantamiento en Siria comenzó con la detención y tortura en marzo de 2011 de una decena de chicos que atraparon después de que uno de sus amigos escribió sobre una pared: “Es tu turno, Doctor”, lo que sugería que Asad, antes oftalmólogo, sería el siguiente líder árabe en caer. Los arrestaron, golpearon, torturaron y forzaron a firmar confesiones, según relató uno de ellos a The New York Times.

nytimes/r3