SUIZA.- Un mejor nivel -rango salarial-, notable balance entre el trabajo y la vida personal a la par de una excelente cultura laboral, ubican a Suiza como el principal destino foráneo, porque el 69 por ciento de los encuestados indicaron se combinan las mejores perspectivas salariales.
Los países ubicados en Europa siguen siendo los mejores para tener un trabajo en el extranjero, tanto por el nivel de ingresos como por la calidad de vida que ofrecen a los expatriados. Un reporte realizado por HSBC apoyado en la herramienta Expat Carrer sobre los mejores países para trabajar, Suiza representa el mejor promedio salarial con 188 mil 275 dólares anuales.
La encuesta fue realizada a 26 mil 871 expatriados de más de 100 países, a través de un cuestionario en línea entre marzo, abril y mayo de 2016.
Si bien los ingresos y beneficios de los extranjeros que laboran en Europa están por debajo del promedio del reporte, con excepción de Suiza, la región ofrece a cambio un buen ambiente de trabajo. El 52 por ciento cree que la cultura laboral europea es mejor en comparación con sus países de origen, especialmente en Suecia según el 71 por ciento.
Noruega y Austria aparecen en 2016 entre los destinos favoritos, por primera ocasión. El 87 por ciento de los expatriados en Noruega y el 71 por ciento en Austria consideran que el balance entre vida y trabajo es mejor que en sus países de origen.
El Reino Unido, por su parte, se ubicó entre las naciones donde los expatriados pueden aprender nuevas habilidades laborales y progresar en sus carreras.
Pero si lo que buscas es tener un mejor avance profesional Medio Oriente es la mejor opción. El 91 por ciento de los expatriados que trabajan ahí reciben al menos un beneficio como parte de su contrato, comparado contra el promedio global de 67 por ciento.
En los Emiratos Árabes Unidos, 56 por ciento de los extranjeros recibe apoyo para renta y 75 por ciento recibe beneficios de salud.
Cuando se trata de desarrollo profesional, Hong Kong y Singapur están en los primeros lugares de la lista, lo malo es que en ambos países los expatriados confiesan que ven un declive en el balance entre lo profesional y lo personal.
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