BRUSELAS.- Jean Claude Juncker presidente de la Comisión Europea aseguró que «toman nota» de los resultados habidos en Turquía y «están a la espera de la evaluación de los observadores internacionales con respecto a supuestas irregularidades».
Juncker apunta que las enmiendas constitucionales que ha aprobado el pueblo turco serán evaluadas teniendo en cuenta que Turquía es candidato a la Unión Europea y miembro del Consejo de Europa. «Llamamos a las autoridades turcas a buscar el mayor consenso nacional para su posible aplicación».
Antes del comunicado oficial, eran los grupos mayoritarios quienes mostraban su preocupación; otros partidos llegaron a pedir que la Unión Europea suspenda las negociaciones de ampliación con Ankara. «No importa el resultado: con esta consulta, el presidente Erdogan está dividiendo al país», indicó a través de la red social Twitter el líder del grupo del Partido Popular Europeo en la Eurocámara, Manfred Weber. «Estamos profundamente preocupados por el resultado del referéndum», agregó.
Por su parte, el portavoz del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en la Eurocámara, Ramón Jáuregui, confió en la misma red social en que «una victoria tan ajustada del sí no destruya la democracia turca». Mientras, la vicepresidenta de los socialdemócratas en el Parlamento Europeo, Elena Valenciano, indicó que «el alto porcentaje del no, a pesar de la desigual campaña, demuestra enorme división».
Más allá fue el presidente de los liberales (ALDE) en la Eurocámara, Guy Verhofstadt, para quien el resultado de la consulta fue «muy justo» y que llegó a señalar que la UE «debería detener» las negociaciones de acceso de Turquía al club comunitario «si Erdogan persiste».
La socialista Elena Valenciano indicó que «el alto porcentaje del no en el referéndum, a pesar de la desigual campaña, demuestra enorme división»
Los expertos consultados por este medio coinciden en que la acumulación de poder en las manos del presidente será incompatible con el Criterio de Copenhague, requisito indispensable para los países candidatos a entrar en la Unión, que Turquía no cumpliría en cuanto a las garantías democráticas, de derechos humanos y el respeto a minorías. Varios políticos europeos ya habían advertido de las consecuencias de una victoria del sí en el referéndum: “[Las enmiendas de la reforma] alejan todavía más a Turquía de la UE”, dijo Elmar Brok, expresidente del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo.
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