ANKARA,- En una entrevista difundida por la televisora Al Yazira, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan considera la posible participación de extranjeros en el fallido golpe militar, hecho que ha calificado como «crimen contra el Estado». El mandatario reveló cómo se enteró de la asonada, sus reacciones y acciones que tomó para frenar a los golpistas y justifica la purga masiva aplicada en la instituciones del país.
Auxiliado por un traductor, desde el interior del Palacio Presidencial en Ankara, Erdogan reiteró su condena a la intentona golpista, que consideró «un crimen contra el Estado turco», en la cual pudieron haber participado extranjeros. «Podría haber otros países implicados; la organización terrorista de (Fethullah) Güllen tiene una mente superior”, afirmó el presidente turco al reiterar que el clérigo opositor exiliado en Estados Unidos estaba detrás de la tentativa de golpe de Estado.
El presidente culpa a la red del clérigo Güllen del frustrado golpe del viernes pasado, en el que murieron al menos 240 personas y más de mil 400 resultaron heridas, y habría sido orquestado mediante sus seguidores en el Ejército, la Policía y el poder Judicial de Turquía.
El mandatario omitió acusar directamente a algún país, sin embargo, dijo que llegará el momento en que se conozcan las conexiones extranjeras con Güllen. “Tenemos que ser pacientes… Pero no creo que tomará mucho tiempo”, subrayó. Erdogan reveló al periodista Jamal Elshayyal, de Al Yazira, que el poder Judicial investiga a fondo dicha implicación extranjera y reiteró su confianza en que algún día “todas las conexiones sean reveladas».
El jefe de Estado también justificó la purga masiva que se ha hecho en las instituciones del país, la cual ha llevado a cerca de 60 mil funcionarios a ser despedidos o suspendidos y que es duramente criticada por organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos.
Aseguró que un total de 10 mil 937 personas han sido arrestadas en relación con el intento de golpe de Estado, más de seis mil militares que participaron directamente en la asonada, y subrayó que la purga es necesaria para garantizar “la estabilidad y paz en la nación”.
El presidente respondió a las críticas sobre el elevado número de detenciones afirmando que son parte de las acciones que Turquía, al igual que otros países se ven obligados a tomar cuando enfrentan amenazas de seguridad. “La reacción del gobierno turco no fue diferente”, indicó.
En opinión de Erdogan, el golpe de Estado “no ha terminado» y es muy probable que haya otros planes para relanzarlo en cualquier momento, aunque insistió en que “la democracia turca no está bajo amenaza”.
Reiteró su llamado a Estados Unidos para extraditar al clérigo Gülen, quien vive en exilio en Pensilvania, sin embargo destacó que no quería forzar las relaciones de Turquía con Estados Unidos como resultado de la solicitud de extradición.
«Tenemos que ser más sensibles… Las relaciones entre nuestros países se basan en intereses, no sentimientos. Somos socios estratégicos», dijo aunque subrayó que sería “un gran error si Estados Unidos si decidiera a no extraditar” al clérigo opositor.
La entrevista a Al Yazira fue concedida la víspera, poco antes de que el presidente Erdogan anunció un estado de emergencia nacional de tres meses, a fin de tomar “las medidas necesarias para hacer frente a la amenaza terrorista”.
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