ROMA.- Venezuela se encuentra “a un paso de la rebelión” y enfrenta una emergencia humanitaria similar a la de Haití tras el reciente huracán, aseguró hoy aquí el director del diario venezolano El Nacional, Miguel Henrique Otero. De visita en Roma, donde el sábado pasado asistió al consistorio en el Vaticano en el que el arzobispo de Mérida, Baltazar Porras fue creado cardenal, Otero entregó una carta al Papa Francisco en la que describió la “situación catastrófica” por la que atraviesa Venezuela.
“Pese a sus enormes reservas de petróleo Venezuela vive una catástrofe, con desabasto de productos básicos y gente que muere por desnutrición”, aseguró en un encuentro con periodistas. Dijo que a pesar de ello el gobierno de Nicolás Maduro se niega a reconocer la situación y no acepta la ayuda internacional, bajo el argumento de que en el país sudamericano “no pasa nada”. Advirtió, asimismo, que Venezuela es uno de los países más violentos del mundo y ello ha obligado a más de un millón 700 mil personas a abandonarlo. Exiliado en España desde hace dos años, denunció que en 2015 fueron asesinadas más de 28 mil personas en la nación sudamericana, que actualmente ocupa el segundo lugar en las estadísticas mundiales de los países con mayor riesgo para la preservación de la vida.
Aseguró que, en particular, desde el arribo a la presidencia de Maduro en 2013 el país ha sufrido un grave deterioro de las condiciones de vida de la población y un incremento sostenido de la persecución política y la represión. Señaló que los niveles de desabastecimiento de alimentos en los últimos 30 meses oscilan entre el 50 y el 80 por ciento, mientras los de medicinas van del 65 al 85 por ciento, lo que ha dado como resultado el incremento de fallecimientos por enfermedades que en otros países son curables. También criticó la apertura de una mesa de diálogo (patrocinada por el Vaticano, y varios países del continente americano), pues en su opinión solamente sirve a Maduro para ganar tiempo. Insistió en que se trata del tercer intento de diálogo, en el que los interlocutores se sientan a hablar pero sin que haya una “verdadera negociación”.
En ese sentido advirtió que el tiempo se acaba, pues el país está al borde la rebelión, contemplada por un artículo de la Constitución, pero que podría derivar en un baño de sangre. Sin embargo, se dijo confiado en que ante un eventual levantamiento popular el ejército “no va a disparar” y se va a insubordinar cuando reciba órdenes de atacar a la gente. Otero consideró que una posible solución a la crisis venezolana pasa por el reconocimiento de la Asamblea Nacional (cuyas decisiones son invalidadas actualmente por la Corte Suprema). También por la definición de una salida electoral, con comicios generales en el primer trimestre de 2017 (luego de que el gobierno saboteó el referéndum contra Maduro); la excarcelación de los más de 200 presos políticos y la apertura a la ayuda internacional para enfrentar la crisis humanitaria y social que sufre el país.
Notimex/JRGA