* La Iglesia católica de Alemania reconoció la necesidad de realizar cambios en la institución, sin embargo víctimas de padres pederastas denuncian que las acciones son insuficientes
La Iglesia católica alemana reconoció el jueves la urgencia de cambiar ante los escándalos de pederastia.
Sin embargo, no anunció en cambio un calendario preciso de medidas, un resultado considerado insuficiente por las víctimas que esperan justicia e indemnizaciones.
«No se nos perdonará si seguimos años y años simplemente hablando», reconoció el líder de los católicos alemanes, el cardenal Reinhard Marx, aunque señaló que esto tampoco puede «hacerse en tres días».
Al término de cuatro días de conferencia episcopal en Lingen (Baja Sajonia, noroeste), aseguró a la prensa que la Iglesia estaba en el «camino del cambio y de la renovación».
Marx destacó que los debates a puerta cerrada habían sido «controvertidos», pues los prelados mantuvieron conversaciones serias, con expertos, en especial sobre la moral sexual cristiana y la sexualidad contemporánea, donde la Iglesia se ve sobrepasada.
También debatieron del «modo de vida de los curas», especialmente del celibato, de la reducción de sus prerrogativas y de su responsabilidad penal.
El cardenal Max habló de un «camino sinodal», que los obispos seguirán para obtener medidas concretas, pero rechazó en cambio fijar un calendario preciso.
Obstrucción de la Iglesia
Estos resultados no convencieron a Matthias Katsch, el presidente de la principal asociación de víctimas Eckiger Tisch, que ya había denunciado el hecho de que las víctimas no habían sido invitadas a los debates de los prelados.
En un comunicado, acusó el jueves a la Iglesia «de obstrucción sobre las indemnizaciones de las víctimas» y reclamó que se active una «comisión de verdad y de justicia» independiente encargada de arrojar luz sobre los abusos sexuales cometidos y encubiertos por religiosos.
Eckiger Tisch también consideró que «había llegado la hora» de actuar para el gobierno alemán, en particular para obligar a la Iglesia a indemnizar a las víctimas.
Esta conferencia episcopal se produce algunas semanas después de una cumbre sin precedentes en el Vaticano sobre pederastia, para tratar sobre las agresiones sexuales impunemente cometidas por religiosos durante décadas en todo el mundo.
En otros países, se están multiplicando las condenas de altos dignatarios católicos, como en Australia, con la condena por abusos sexuales del exnúmero 3 del Vaticano, el cardenal George Pell, o la del cardenal francés Philippe Barbarin, culpable de haber protegido a un sacerdote depredador sexual.
La Iglesia católica alemana ya se disculpó en septiembre por las décadas de abusos, tras la publicación de un informe que ella misma pidió.
Según universitarios independientes al menos hubo entre 1946 y 2014 al menos 3.677 víctimas, en su mayoría niños de menos de 13 años, objeto de abusos sexuales por parte de 1.670 miembros del clero.
Los autores del informe destacaron que esas conclusiones eran incompletas, ya que solo pudieron examinar documentos escogidos por la Iglesia.
Crisis de credibilidad
El obispo encargado de estos temas, Stephan Ackermann, dijo el miércoles que la Iglesia trabajaba en llevar una mejor cooperación con las fiscalías, en indemnizaciones «rápidas», en la unificación de los archivos clericales y en un sistema «de prevención de vigilancia» para impedir la reincidencia.
La Iglesia católica, primera confesión de Alemania con 23 millones de adeptos, está mas que nunca bajo presión de las víctimas y de los fieles horrorizados por la magnitud de los abusos.
Así, convocadas por la Comunidad de mujeres católicas de Alemania, 300 personas se manifestaron al inicio de la conferencia episcopal, exigiendo que «no se den cargos a los criminales», y para reclamar «acciones penales», según el portal de información religiosa katholisch.de.
Una petición de 30.000 firmas fue también remitida a los obispos para reclamar una modernización de la Iglesia.
El presidente del Comité Central de los Católicos Alemanes, que representa las asociaciones seculares, lanzó una advertencia a los prelados: «Ya es hora de llevar a cabo reformas de magnitud. Hay que responder a esta crisis de credibiliad», declaró el martes Thomas Sternberg, a la cadena pública ZDF.
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