BERLÍN, ALEMANIA.- Angela Merkel, canciller de Alemania, dio a conocer un plan de seguridad, tras los episodios de violencia que se vivieron en Baviera en días pasados. Este nuevo proyecto, contempla nueve puntos y destaca que pese a los atentados cometidos por refugiados en Alemania no cambiarán la política del país sobre el asilo.
Entre algunas de las novedades presentadas, figura una reducción de los obstáculos para expulsar a solicitantes de asilo, un «sistema de prealarma» sobre la radicalización entre los refugiados y la posibilidad de una intervención del ejército tras grandes ataques terroristas.
Merkel explicó que el ministerio del Interior potenciará los controles, también reforzando el «intercambio de informaciones» con los países del norte de Africa y Medio Oriente para evitar la infiltración de terroristas.
«Debemos proteger nuestras fronteras, equilibrar integración, libertad y seguridad, de modo de poder seguir viviendo de manera segura», indicó.
Sin embargo, la política de asilo no cambiará. Alemania -dijo Merkel- «sigue fiel a sus principios y dará refugio a quien lo merece». Luego agregó que los refugiados que cometieron violencias «se burlaron del país donde recibieron ayuda, y de los voluntarios y quien les dio refugio al llegar de zonas en guerra».
«Hace 11 meses -recordó- dije que Alemania era un país fuerte. Hicimos muchas cosas y hoy creo todavía que lo lograremos. No dije que era fácil, pero podremos vencer este desafío histórico», dijo Merkel.
Finalmente la canciller condenó las violencias de Wurzburg y Ansbach como «acciones de terror islámico». Se trata, dijo Merkel, de «ataques terribles, opresivos y deprimentes. Ataques con que se rompe toda regla de civilización, realizados en lugares donde podía estar cualquiera de nosotros».
jcrh