GINEBRA SUIZA.- La comunidad mundial aún debe encontrar una respuesta adecuada a la destrucción cultural por la demolición deliberada de zonas antiguas en Siria y Mali por parte de radicales islamistas, dijo la jefa del organismo cultural de Naciones Unidas.

Irina Bokova, directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), dijo que está tomando tiempo que las autoridades respondan ante la importancia de lo que están haciendo los grupos extremistas.

Por lo general, estos grupos intentan «limpiar el terreno» persiguiendo a las minorías, buscando consolidar el poder mediante una «limpieza cultural» o la eliminación de los restos de otras culturas, dijo Bokova en Kabul.

Hace 15 años, los talibanes afganos volaron dos antiguas estatuas gigantes de Buda. Luego vino la destrucción en 2012 de santuarios medievales en Tombuctú por parte de yihadistas en Mali y la posterior pérdida de zonas de la ciudad siria de Palmira por la acción de militantes del Estado Islámico.

«Tengo que decir que el inicio de la crisis en Siria no se tomó seriamente cuando empezamos a denunciar esta destrucción», dijo la funcionaria búlgara, candidata a convertirse este año en secretaria general de la ONU.

«Creo que ahora la gente ve cuál es el peligro. Sé que no es fácil, pero ahora todo el mundo está tomando en serio la destrucción del patrimonio y la cultura por parte de esta estrategia extremista», agregó.

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