CARACAS, VENEZUELA.- La oposición de Venezuela convocó para este viernes a una huelga general durante una multitudinaria concentración en Caracas, buscando redoblar la presión para un cambio de Gobierno en medio de una crisis política y económica que se agrava.
Desde temprano el miércoles, cientos de miles de manifestantes se sumaron a la «toma de Venezuela», una masiva protesta en todo el país detonada por la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de postergar un referéndum revocatorio del mandato del presidente Nicolás Maduro.
Estamos convocando para el viernes a una huelga nacional, en protesta por la violación a nuestro derecho al voto», dijo el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, a un mar de gente en una autopista de la capital.
Torrealba dijo que el paro durará 12 horas y que, además, planean marchar el 3 de noviembre hacia el Palacio de Gobierno si el CNE no reactiva el proceso para convocar al plebiscito.
«Le exigimos al Gobierno que levante la decisión de suspensión del proceso y ponga fecha para el 20 por ciento», advirtió Henrique Capriles, líder opositor, sobre el porcentaje de firmas que debían recoger para dar inicio a la consulta. La suspensión del plebiscito enterró la posibilidad de que se dé antes del 10 de enero del 2017. Si Maduro es revocado después de esa fecha, el vicepresidente concluiría su mandato, asegurando la permanencia del «chavismo» en el poder hasta 2019.
En abril del 2002, una masiva protesta antigubernamental que llegó hasta el Palacio de Miraflores, en el centro de Caracas, devino en un breve golpe de Estado contra el entonces presidente Hugo Chávez dejando, además, decenas de fallecidos.
El Parlamento dominado por la oposición aprobó el martes el inicio de un juicio político a Maduro. Pero, a diferencia de lo que ocurrió en Brasil, donde Dilma Rousseff terminó siendo destituida, la decisión del Congreso no tendría validez porque el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) considera que el legislativo está en «desacato».
La oposición responsabiliza a Maduro de la aguda crisis del país petrolero, con una inflación de tres dígitos, recesión económica, constantes fallas en los servicios públicos y una escasez persistente de alimentos y medicinas.
«Queremos que Maduro se vaya. No es posible que nuestros hijos sufran de esa forma», dijo, entre lágrimas, María Rojas, una decoradora, madre de dos pequeños. «Vamos a marchar hasta donde sea, hasta cuando sea. Queremos un cambio».
con información de agencias
jcrh