KABUL.- Militantes del grupo extremista Estado Islámico (EI) secuestraron y asesinaron a decenas de civiles, entre ellos niños, en la occidental provincia afgana de Ghor, en un acto de venganza por la muerte de uno de sus comandantes, denunciaron hoy fuentes oficiales. “Combatientes del EI masacraron a decenas de civiles el martes en el distrito de Firozkoh en venganza por la muerte de uno de sus comandantes”, afirmó Abdul Hai Khatibi, un portavoz del gobierno en la provincia de Ghor.
En declaraciones a la prensa, el funcionario precisó que 38 personas, principalmente agricultores y pastores, fueron tomados como rehenes por el grupo radical que opera en Siria e Irak, y luego fueron asesinados a tiros tras una fallida operación de rescate. «La policía afgana mató a un comandante del Daesh en la provincia de Ghor durante una operación para rescatar a los civiles, por lo que en venganza dispararon contra todos los rehenes”, destacó Khatibi, usando el acrónimo árabe del Estado Islámico (EI). El gobernador de Ghor, Abdul Nasir Khashe, confirmó la muerte de al menos 28 personas, aunque admitió que es muy probable que la cifra sea superior, según un reporte de la agencia informativa Pajhwok Afghan News (PAN).
Khashe dijo que los cuerpos de la víctimas fueron encontrados la mañana de este miércoles por los lugareños, quienes culparon a la milicia Talibán de los sucedido, aunque el portavoz provincial confirmó que el acto fue obra del EI. De acuerdo con Khatibi, la masacre fue perpetrada por combatientes de un grupo renegado de la insurgencia Talibán, que se unió a las filas del EI en Afganistán y juró lealtad el año pasado al grupo extremista.
El EI surgió en 2003 como una rama de la red Al Qaeda, aunque después se separó y tomó el control de amplias zonas de Siria e Irak, en donde en junio de 2014 estableció un califato que encabeza su líder al Abu Bakr al Baghdadi. El grupo yihadista es reconocido por los crímenes atroces que comete en nombre del Islam, como decapitaciones, lapidaciones, quemando vivas a sus víctimas o lanzándolas desde azoteas de edificios, acciones que han sido emuladas por varios grupos islamistas.
Notimex/JRGA