ESTADOS UNIDOS.- Los efectos del Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, se siguen sintiendo. Por lo pronto, uno de ellos, tiene que ver con la campaña electoral estadunidense, donde Hillary Clinton comienza a tomar  ventaja sobre Donald Trump.

Así las cosas, la exprimera dama, tiene una ventaja de más de 13 puntos sobre el magnate inmobiliario, en la carrera por la Casa Blanca, según un sondeo de Ipsos. Se trata de una diferencia de dos dígitos que no se veía desde hacía semanas.

Por otro lado, son muchos los expertos que dicen que el Brexit, dará ventajas a la aspirante demócrata, que podrá jugar una carta de un liderazgo más «confiable» y «estable». Claro que la salida del Reino Unido de la Unión Europea está destinada a cuestionar la relación entre Washington y Londres, que tiene raíces profundas.

Las relaciones entre ambos países -de acuerdo con muchos analistas- están destinadas a una revisión acaso sin precedentes, especialmente si Hillary Clinton gana las elecciones, pues se ubicará en continuidad con la línea de Barack Obama.

El presidente de Estados Unidos, más allá de las declaraciones de circunstancia, está decepcionado y amargado, como cuenta su entorno. El mandatario estuvo en abril en Londres y se reunió allí con David Cameron para apoyar la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. En esa ocasión, el presidente había dejado claro que Gran Bretaña, fuera de la Unión Europea y a pesar de las «relaciones especiales», tendría que colocarse «detrás de la fila», partiendo de acuerdos comerciales.

Para Obama, lo primero de todo es el TTIP (Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones) con la UE, que él quiere cerrar a toda costa antes del final de su mandato.

«No me parece que el presidente haya actualizado su posición», admitió Eric Schultz, uno de los portavoces de la Casa Blanca, que no ocultó elementos de «incertidumbre» que se han introducido en la escena política, diplomática y económica tras el Brexit.

Y si los tonos oficiales elegidos por Obama son cautelosos y tranquilizadores, quien expresó más visiblemente su descontento fue el vicepresidente Joe Biden.

«No hay dudas -aseveró- que hubiésemos preferido otro resultado, porque el Brexit da miedo. Y para Estados Unidos representa una amenaza para la cohesión de aquel bloque que en 70 años ha garantizado paz y prosperidad en Occidente».

Un escenario en el que -se subraya en los entornos de la Administración de Obama- es fácil de prever una nueva crisis en Europa, sobre todo si prevalece el efecto dominó. Una coyuntura en la que tanto Londres como Bruselas se vuelven más débiles, pues lo que se debilita es una alianza que difícilmente pueda en el futuro llegar a acuerdos como aquellos sobre la cuestión nuclear de Irán.

jcrh