MOSCÚ, RUSIA.- Vladimir Putin, presidente de Rusia acusó a Francia de forzar a su país, a vetar una resolución de la ONU sobre el fin de los bombardeos en Siria. El mandatario ruso calificó esta maniobra, como un intento de haber querido «inflamar la situación».
Durante un discurso en el marco de un foro económico en Moscú, Putin señaló que los franceses presentaron «una resolución sabiendo que no sería adoptada para obtener un veto, inflamar la situación y atizar la histeria en torno a Rusia», declaró.
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault, viajó a Moscú el 6 de octubre pasado para entrevistarse con su homólogo ruso Serguei Lavrov y presentarle el proyecto francés de resolución, recordó Putin.
Lavrov le dijo a Ayrault: «No votaremos contra la resolución si toman en cuenta nuestras enmiendas», contó Putin. «¿Y qué pasó luego? El ministro francés de Relaciones Exteriores viajó a Washington, se entrevistó con (John) Kerry y acusaron a Rusia de todos los pecados mortales», dijo Putin.
Nosotros tendríamos que estar ofendidos, y no nuestros socios, por esta situación. Nosotros tendríamos que estar ofendidos», insistió Putin. «Eso se llama influenciar o chantajear. Pero con Rusia no da resultado y no dará resultado», declaró Putin.
El veto de Rusia tensó las relaciones entre París y Moscú, y el martes el Kremlin anunció que Putin anulaba una visita a París prevista desde hacía tiempo.
Sin embargo, Putin no quiso dramatizar la situación, reafirmando en varias ocasiones su apego a Francia y su amistad con el presidente francés Francois Hollande. «Con el presidente Hollande tengo muy buenas relaciones personales, que aprecio mucho, y espero que nos ayudarán a superar las dificultades actuales», agregó el mandatario ruso.
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