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- El Partido Demócrata del presidente Joe Biden se juega el control del Congreso.
- La mayor parte de la población está lista para acudir a las urnas.
- Esta es la perspectiva ante las elecciones que definirán el resto de la administración actual.
Si los números tienen poder político, el voto latino está de suerte en Estados Unidos. Más de 11 millones de personas latinas votarán en noviembre en las elecciones de medio mandato, según el fondo NALEO.
Concretamente, al menos 11.6 millones, casi el mismo número que en 2018, cuando acudieron en masa a las urnas. Su impacto aumentará puesto que el voto no hispano caerá (-3.8%), pronostica el Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO).
Casi uno de cada 10 personas votantes (9.8%) serán latinas en las elecciones de medio mandato, es decir los comicios legislativos en los que se renueva un tercio del Senado y toda la Cámara de Representantes que se celebran justo a mitad del mandato presidencial de 4 años. Eso significa un aumento del 34.1% desde 2014.
¿Qué está en juego en EU?
El Partido Demócrata del presidente Joe Biden se juega en ellos el control del Congreso.
El desgaste del poder, la alta inflación (7.5% en enero) y sus promesas incumplidas podrían pasarle factura. Y es que algunas de sus reformas más emblemáticas, como la migratoria, y el gigantesco plan social conocido como Build Back Better (Reconstruir Mejor) están estancados en el Congreso.
Según NALEO, el número de voto latino en Estados Unidos aumentará en 3 estados clave, Arizona (9.6%), Colorado (8.9%) y Nevada (5.8%).
Se mantendrá sin cambios respecto a 2018 en 6 (California, Florida, Illinois, Nueva Jersey, Nueva York y Carolina del Norte) y disminuirá en 2: Texas y Nuevo México.
«Hay que tener en cuenta que estos son los primeros comicios después del censo de 2020 y la distribución de los distritos según las nuevas cifras» y «sabemos que los números tienen poder político», declaró el director ejecutivo de NALEO, Arturo Vargas, en rueda de prensa.
Para él la participación dependerá de si «los partidos quieren invertir para tratar de movilizar a estos votantes».
Otra pieza clave es «el compromiso dentro de la comunidad, una de las tendencias que vimos a partir de 2018 y continuó en 2020», cuando fueron los latinos quienes animaron a familiares y amigos a votar, añadió Dorian Caal, director de investigación de compromiso cívico de NALEO.
Rodrigo Domínguez-Villegas, director de investigación de la Iniciativa de Política y Políticas Latinas (LPPI) de la Universidad de California, coincide en que tanto los republicanos como los demócratas «deberán invertir en la movilización». Sobre todo porque muchos son jóvenes y estos, independientemente de su origen étnico, son menos propensos a votar, declaró a la AFP.
Los jóvenes y los ciudadanos naturalizados no están familiarizados «con los detalles del proceso electoral, sobre cómo registrarse o el voto por correo», apunta Rosalind Gold, la jefa de Política Pública de NALEO.
Tomar el pulso del voto
Aunque el voto latino cada vez influya más en el paisaje político estadounidense, por ahora es demasiado pronto para medir su impacto en cada partido.
«Está por verse. Estamos en febrero; aún nos faltan las elecciones primarias (para elegir a los candidatos que aparecen en las papeletas de las legislativas) y luego las generales», afirma Arturo Vargas.
La clave está en «tener un compromiso sostenido y continuo con las comunidades latinas (…). No significa tener un par de eventos con una banda de mariachis». Es «ir a hablar con los votantes latinos, escuchar sus problemas y diseñar políticas que mejoren sus vidas», explica Domínguez-Villegas.
En 2018 la participación de los latinos no tuvo precedentes. NALEO lo atribuye a que había candidatos latinos y a temas que movilizaron su voto como la crisis de la caravana de migrantes y la política migratoria de Donald Trump.
Las predicciones de NALEO no toman en consideración circunstancias particulares. Por ejemplo, las realidades de los latinos y las acciones del gobierno en el poder o del Congreso.
Y algunas pueden influir, como la pandemia y unas medidas electorales adoptadas en algunos estados conservadores que según las oenegés discriminan a las minorías. «Se hicieron adrede para privar de sus derechos a los votantes de color», asegura Domínguez-Villegas.
El otro factor, añade, es que los demócratas, «por los que vota la mayoría de los latinos», se duerman en los laureles.
Suponer que «como el Partido Republicano ha tomado un giro antiinmigrante y antilatino desde la elección de Donald Trump los latinos acudirán en masa y votarán por los demócratas» es un error, explica. Parte de los votantes son indecisos y su voto puede migrar.