WASHINGTON,- Una encuesta celebrada por Associated Press-GfK  demuestra que los estadounidenses se hallan a favor de un mayor control de las armas de fuego porque han aumentado la serie de tiroteos pero también están conscientes que pronto habrá cambios.

Casi dos terceras partes de los encuestados se declararon a favor de mayores restricciones, incluso la prohibición contra la venta de fusiles de asalto semiautomáticos como el AR-15 o de cargadores de alta potencia que contengan 10 o más balas.

El porcentaje de estadounidenses que quieren leyes de control de armas es el más alto desde que esa encuesta se comenzó a realizar en el 2013, unos 10 meses después de la masacre en la Escuela Primaria Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, donde murieron 20 niños y seis educadores.

Las balaceras recientes también están afectando el sentido de seguridad de los norteamericanos. Una fuerte mayoría expresó temores de que ellos o algún familiar serán víctimas de un incidente armado.

«Si tú vives en los Estados Unidos en estos días, tienes que estar preocupado», dijo Milonne Ambroise, de 63 años y residente en Decatur, Georgia. «Tú pudieras estar en una calle. Pudieras estar en un centro comercial pensando que va a haber un tiroteo masivo y vas a verte atrapado. No quieres pensar en esas cosas».

Ambroise, una haitiana que se mudó a los Estados Unidos hace casi 50 años, dijo que ella ahora está mucho más alerta cada vez que está en un lugar público.

«Yo busco las salidas. No es algo que solía hacer», dijo. «¿Qué pasa si tengo que correr? ¿Dónde está la salida? ¿Adónde voy?»

El nivel de preocupación sobre la posibilidad de ser una víctima no es uniforme, sin embargo. Generalmente, las personas no blancas tiendan a expresar mucha más preocupación.

Alonzo Lassiter, de 66 años y que vive en los suburbios de St. Louis, teme que su hijo de 17 años, autista, sea víctima de violencia con armas de fuego, ya sea por un ladrón o por la policía. «Si alguien le dijese que se lanzase al suelo y alzase las manos, o que entregase sus audífonos, él no entendería de inmediato», dice Lassiter, que es negro. «Sería un blanco fácil».

Dijo que personas que compran armas y para revendérselas a delincuentes y adolescentes han inundado algunos barrios urbanos con armas y tienen que ser frenadas.

El sondeo fue realizado del 7 al 11 de julio, poco después de una serie de tiroteos prominentes. Eso incluyó la masacre en un club gay en Orlando, que mató a 49 personas e hirió a otras 53, y las muertes a manos de policías de hombres negros en Louisiana y Minnesota. La mayoría de las entrevistas se realizaron luego de un ataque que mató a cinco policías en Dallas.

La mayoría de los encuestados expresaron un deseo de una política nacional para leyes de armas, en lugar de una serie de leyes locales y estatales.

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