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10 estados peligrosos para el sacerdocio

10 estados peligrosos para el sacerdocio

MÉXICO.- De acuerdo con Omar Sotelo, encargado del Centro Católico Multimedial, organización encargada de llevar a cabo estadísticas sobre la violencia hacia miembros del clero, México “se ha convertido en el país latinoamericano más peligroso para ejercer el ministerio sacerdotal”.

Prueba de ello, es que se han logrado detectar los 10 estados del país, donde ejercer el ministerio sacerdotal, se ha convertido un oficio de alto riesgo. Curiosamente, estas localidades han conformado esta lista, durante la administración de Enrique Peña Nieto.

Así, este listado lo conforman Veracruz, Guerrero, Estado de México, Chihuahua, Michoacán, Durango, Guanajuato, Colima, Baja California y Puebla.



Por otro lado, en los pasados 25 años, las entidades más violentas para los sacerdotes, religiosos y personas de pastoral son: Guerrero y la Ciudad de México, con ocho asesinatos; seguidas de Chihuahua, con cinco al igual que Michoacán; Veracruz, con cuatro, además de los dos registrados el pasado lunes; Baja California, Tamaulipas y Puebla, con tres; Oaxaca, Jalisco y Estado de México, con dos; asimismo, Coahuila, Hidalgo, Aguascalientes, Guanajuato, Sinaloa, Durango y Colima, con uno.

De acuerdo con las cifras de esta organización, los asesinatos de sacerdotes se registra un incremento en la modalidad de secuestro, tortura y ejecución. Algunos de los homicidios en el actual sexenio son:

2012

El sacerdote Teodoro Mariscal Rivas, de 45 años, fue asesinado entre el 18 y 19 de septiembre. En su cuerpo se encontraron indicios de tortura y asfixia. Estaba a cargo de la iglesia de Santa Cecilia en Mochicahui, Sinaloa.



Gerardo Ávila, sacerdote de 64 años, fue asesinado el 28 de enero. Párroco de la iglesia de la Inmaculada Concepción, en Villas de la Hacienda, Atizapán, Estado de México. El cadáver mostró signos de tortura.

Victor Manuel Diosdado Ríos, de la diócesis de Apatzingán, Michoacán; su trabajo pastoral incomodó a varios criminales, lo que le costó la vida.

2013

Hipólito Villalobos Lima, de 45 años, y el vicario Nicolás De la Cruz Martínez, de 31 años, fueron encontrados muertos en la parroquia de San Cristóbal, municipio de Ixhuatlán de Madero, Veracruz, el 29 de noviembre.

Joel Román Salazar, de la diócesis de Ciudad Altamirano, Guerrero,  fue despeñado en su vehículo con premeditación, alevosía y ventaja. Falleció el 10 de diciembre.

2014

El misionero John Ssenyondo, de origen Ugandés, de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Guerrero. Secuestrado en el poblado de Nejada el 30 de abril de 2014. Su cuerpo fue hallado en una fosa común, el 28 de octubre en la comunidad guerrerense de Cocula.

José Ascención Acuña Osorio, de 37 años de edad, secuestrado el 21 de septiembre, encontrado en el río Balsas, el 23 de septiembre, en el municipio de San Miguel Totolapan, Guerrero.

Rolando Martínez Lara, párroco de Santa María de Guadalupe, Canalejas, Jilotepec, Estado de México. Fue víctima de robo y asesinado el 19 de febrero.

El sacerdote Gregorio López Gorostieta, cuyo cadáver fue descubierto el 25 de diciembre con un impacto de bala en la cabeza, al no morir de forma inmediata fue asfixiado, luego de que personas armadas irrumpieron el 22 de diciembre en el seminario mayor de la Asunción, Ciudad Altamirano, Tamaulipas, para llevárselo.

2015

El religioso Francisco Javier Gutiérrez Díaz, de la confraternidad de los operarios del reino de Cristo, fue secuestrado y asesinado el 6 de abril, el cuerpo fue encontrado al día siguiente con impactos de bala en la cabeza, fue abandonado por sus agresores a la vera de un camino de terracería cercano a los poblados de Ojo de Agua de Ballesteros y San Nicolás de la Condesa, Guanajuato.

Erasto Pliego de Jesús, párroco de la iglesia de la Natividad de la comunidad de Cuyoaco. Fue secuestrado el 13 de noviembre y encontrado sin vida dos días después en el municipio de Nopalucan, Puebla. El cadáver tenía signos de tortura, además de que sus victimarios intentaron incinerar el cuerpo.

Desaparecidos
Santiago Álvarez, de la diócesis de Zamora, Michoacán, quién permanece no localizado desde el 29 de diciembre de 2012.

El cura Carlos Ornelas Puga desapareció el 3 de noviembre de 2013, tampoco se tiene conocimiento de su paradero, señaló el representante de la diócesis de Ciudad Victoria, Tamaulipas.

con información del Centro Católico Multimedial

jcrh