CIUDAD DE MÉXICO.- Para Francisco Labastida Ochoa, excandidato presidencial del PRI, la derrota del tricolor en la pasada jornada electoral del 5 de junio, se fincó en parte a la resistencia que mostró el Revolucionario Institucional para aprobar la iniciativa ciudadana Ley 3de3.

De igual forma tuvieron influencia en la determinación de los electores de darle la espalda al TRI, la corrupción, la impunidad y la violencia.

El priista reconoció abiertamente que el momento en el que el presidente Enrique Peña Nieto envió la iniciativa para legalizar los matrimonios entre homosexuales terminó por «enardecer» a los obispos que operaron contra su partido.

La base de la inconformidad de la población está ahí, en la corrupción, ésos son los cimientos. Lo segundo es la impunidad, ése es el primer piso del edificio; el tercero es el crecimiento de la violencia. Diría que la cereza en el pastel fue el envío de la ley (en favor de los matrimonios igualitarios) que enardeció la actitud de los obispos», sostuvo.

«Como siempre ocurre, se presentan muchas causas, (la derrota) es multicausal, pero creo que en este caso no midieron bien la indignación de la gente y la necesidad de actuar contra cualquier manifestación de corrupción».

El político sinaloense lamentó la renuncia de Beltrones y coincidió con que se registraron fallas en la comunicación entre el PRI y el Gobierno federal. Pues recordó que en una reunión, Manlio Fabio advirtió que las decisiones básicas del Gobierno debían ser comentadas con él para estar en coordinación, de otro modo él renunciaría.

«Es necesario que haya correspondencia y retroalimentación en las agendas de gobierno y partido. Es imprescindible, diría que es urgente y prioritario, que reforcemos la rendición de cuentas de los servidores públicos, legisladores y gobernantes que emanan de las filas del PRI, que oigamos y atendamos las demandas de castigo a la corrupción y a la impunidad», aseveró.

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